SO IMPATIENT
CAPÍTULO UNO
Ages
Escuchando a mi madre caminar de un lado a otro, toda agitada por el gran día que hoy es debería tenerme algo inquieto...pero no lo estaba, para nada, echado en el sofá de la sala con mi mejor amigo a mi costado bebiendo algo de fresca limonada nos encontramos en sencillos bóxer mirando la película Van Helsing.
Nunca superaría a sus mujeres.
Todas estaban tan buenas, aún más la rubia...una verdadera pena que el capullo de Hugh Jackman la deba matar en la primera escena.
Afortunado Drácula.
- Bro ¿no crees que ya deberíamos arreglamos?
- ¿Crees? - dije disfrutando el saber el porque quería vestirse.
Si será...
Hoy, es nuestro día...nuestra graduación para salir de la secundaria, agendada a las 15:00pm y siendo las 14:07pm mi mejor amigo el señor en persona horario y puntualidad perfecta su ser se estremecía al ver lo cerca que estábamos de aquella hora.
Pero aún no lo podía dejar ir, por dos motivos:
1 : Había echo prometer a este blandengue que sin importar qué, nos iríamos a vestir a las 14:30pm, ni un segundo más ni un segundo menos.
Y dos...
- ¡Abu Missy!
- Eres un verdadero cretino - me dijo Porter, mi mejor amigo mirándome con una sonrisa divertida para extender su puño y chocarlo contra mi hombro - ¿Cómo sabias que vendría?
Me encogí de hombros.
- No se de que me hablas.
La verdad, era que lo sabía por completo y era que había echo un pequeño, sumamente insignificante comentario de las cosas horribles, horrendas y espantosas que suceden en las fiestas de graduación, sin olvidar que al parecer había un chico detrás Jules que iba a hacer su movimiento con ella este día.
¿Quién es Jules?
Mi ardiente sobrina.
¿Dije ardiente? ¡Jesús! Mis más sinceras disculpas la verdad quise decir sabrosa, maravillosa, sensual y mía Jules ¿acaso dije mía?
Pues escucharon bien.
Lamí mis labios escuchando el repiqueteo de sus tacones dirigiéndose hacia nosotros soltando lo injusto que era por esa preciosa boca suya, una ardiente emoción quemó mis bolas extendiéndose hacia mi pene.
Agarre de inmediato la almohada detrás mío cubriendo así mi semi erección.
Lo que está muchacha hacia en mi.
- ¡¿Por qué te metes en mi vida?!
Bebí de su imagen en un vestido blanco que hacía a sus más que perfectas curvas más deliciosas, ese peinado dejando su rostro sin un riso de su salvaje melena me decepcionó, pero los tacones que usaba...robaron mi alma y mi mente.
Esos tacones hincando mi trasero mientras embestía su dulce co...
- Hey, Jules - la saludo Porter levantándose.
Disfrute el ver el rostro de mi preciosa muchacha sonrojarse al notar nuestras ropas o la escasez de ellas, sus labios se abrieron boqueando antes de chillar y correr hacia la cocina.
- ¡Sucios!
- ¿Sigue siendo virgen? - preguntó Porter volviendo a su lugar, no sin antes darle un toque a su teléfono viendo así la hora.
14:12pm
- Nadie tomará lo que es mío - dejé caer mi brazo sobre el respaldar dando un vistazo hacia la televisión.
Perdí todo interés en ella ¿a dónde se habrá ido? ¿habrá mirado por más de un segundo mi cuerpo? Miré mi abdomen con las abs perfectamente marcadas para sus bellos ojos.
Arduo trabajo.
- Aún no puedo creer que te guste tu sobrina - vi que negó antes de darle un sorbo a su limonada.
- Pensé que habías superado tú etapa de negación.
- Uno no supera esto, bro...ella es tu sobrina y tú su tío...
- Tenemos la misma edad.
- ¿Qué con eso? Podrían ser del mismo sexo e igual sería incorrecto ¿has pensado lo que dirá tu madre o tu hermano?
- Me las arreglaré - murmuré levantándome.
- Henry es buena persona, y se que parece alguien con un corazón de oso pero...
- Los Grember tenemos un carácter de mierda cuando podemos, lo se ¿olvidaste que también soy uno de ellos? - levanté una ceja mientras recogía el control del televisor apagándolo al instante.
- ¿Y si él se niega?
Me detuve.
Había pensado en Henry negándose a lo que pienso tener con Jules, hasta había soñado con muchas escenas donde salgo muy mal parado y soy enviado lejos de toda mi familia, mierda...en una incluso salía jodidamente golpeado, pero estaba convencido en hacer a Jules mi mujer.
Había esperado desde los catorce y la vi como la cosita más hermosa que supe que ella debía ser mía, que debía protegerla y no iba a ir y darlo todo de mi solo para perder.
Haría mi movida.
Vería su reacción.
Tomaría cartas en el asunto.
Y confesaría mis pecados.
Nunca pensé en mentir o esconder lo que siento por Jules, y nunca lo hice...mi trato hacia ella es especial, como la que tienes hacia tu esposa, y aunque me encantaba verla sonreír también amaba ver su ceño fruncido, verla hacer sus rabietas e incluso adoraba cuando enfurecida arremetía contra mi.
- Sólo debemos seguir lo planeado.
⏳⌛
- ¿Y no escuchamos eso en la última película del Hombre Araña, esa del tal Garfield?
Porter se atragantó con su ponche finamente condimentado salpicando así mi impecable traje que obligatoriamente mi madre dijo que debía usar.
¿Sabe que ya no soy un niño, verdad?
- ¡Joder! ¡Tienes razón! - limpio su barbilla con la manga de su camisa sin dejar de sonreír - Ese puto de Seller copio hasta Crepúsculo en su discursito de mierda ¿qué pasó con la imaginación?
Recorrí la pista con mis ojos sin encontrarla.
- Supongo que hasta allí le alcanzó ¿Dónde mierda estás?
Volví a recorrer el lugar.
Porter hizo un sonido con su boca llamando mi atención para con su barbilla señalar hacia un punto, confundido miré notando a la persona ocupando ese lugar.
Personas.
- Gilipollas.
- Amén a eso, venga te acompaño - dejo su vaso para despedirse de su acompañante quien nos miro como si fuésemos idiotas, si...era linda pero reemplazable - Quiero algo de sucio jaleo.
- No voy a irme de puños - agregué.
Empezó a abuchearme haciendo que ruede mis ojos, nos encaminamos hacia allá aumentando nuestro paso al ver al gilipollas número uno tocar su hombro.
- Pues yo si, pero sólo si tocan algo ma...
El gilipollas número dos la arrinconó tocando vulgarmente su pecho derecho y aunque mi chica empujaba contra su pecho y pateaba a su agresor, la mierda no dejaba de pasar.
- Se cagaron ¿puedo?
- Disfruta.
- Tu disfruta la función.
Y es que sabía que cuando Porter estaba con sus momentos de darle la madre a cualquiera no iba y lo hacía a medias, en un segundo los tuvo chillando en el suelo suplicando que mi amigo se detuviera, más este comenzó a bufar irritado ante lo fácil que había sido.
- Chillan mucho ¿no crees bro? - me preguntó al ver que me acercaba.
- Llamarán la atención - miré sobre mi hombro hacia el lugar donde los padres de compañía y alguno que otro maestro está para asegurarse de que nada se salga de control - Es mejor irnos.
Me acerqué a Jules quien miraba molesta hacia el par de gilipollas mientras sus manos arreglaban su vestido.
- ¿Estás bien? - le pregunté logrando que sus ojos se fijen en mi.
- Si, gracias...creo - miró a Porter quien le soltó una de sus sonrisas para volver a mi - ¿Nos vamos?
Asentí.
- Por supuesto.
Ella empezó a caminar hacia la salida con ambos detrás, Porter y yo cruzamos miradas sabiendo lo que se venía.
- ¿Sigues adelante? - preguntó volviendo a ver hacia adelante, seguí su mirada fijándonos en mi víctima quien esperaba a un costado de mi auto.
- ¿Cuento contigo?
- Me aseguraré de que lleguen a sus manos - extendió su mano en espera.
Sacando del bolsillo de mi saco le entregué dos sobres que iban dirigidos hacia mi hermano y mi madre, escritos con mi puño y letra sobre lo que estaría sucediendo durante los siguientes días, sin dirección, sin hora...solo sabrán que día volveremos.
Sin mentiras.
Sólo la verdad sobre mis sentimientos hacia Jules perfectamente detallados contándoles así mi plan para enamorarla, diciéndoles que puede que no resulte como quiero y siendo así yo mismo buscaría mi camino fuera de sus vidas.
- Gracias por esto - le dije de corazón, ya que no creo que alguien más me hubiera apoyado en esta locura como el lo está haciendo.
Negó.
- Cuídate hermano, espero que tengas suerte con la princesa.
Acercándose me abrazo dando palmadas en nuestras espaldas para así separarse e ir hacia su auto despidiéndose de Jules con una sacudida de mano.
- ¿Qué fue eso? - me preguntó cuando me acerqué.
Rodee el auto abriendo la puerta de piloto, sabía lo mucho que odiaba que alguien abra su puerta algo que muchas veces hacia para ella sólo para molestarla.
- ¿Damos un paseo? ¿o estas muy cansada?
Se encogió de hombros.
- ¿Qué tienes en mente?
Muchacha, no querrás saber.
- Un paseo, pero es algo lejos ¿quizás mañana? - tantee el lugar no quería llevarla por obligación y era mejor que al estar allí las cosas sólo caigan en su lugar.
Ya me era difícil tenerla tan cerca sin poder besarla.
Esto se acaba hoy.
- No tengo nada mejor que hacer, mamá y papá deben estar en una cita, así...- estiró su mano tirando del cinturón colocándolo en su lugar - Que no hay problema alguno en un paseo nocturno, a no ser que quieras secuestrarme ¿quieres?
Joder, si.
No hay comentarios:
Publicar un comentario