SO INNOCENT
E P Í L O G O
Jules
— ¡Gorda inútil! ¿no puedes hacer algo bien?
— Carly yo te lo dije, la muy estúpida no era la indicada para esto.
— Es la única en quien confían los profesores.
— Aún así el profesor Grover los encontró ¿de que te sirvió?
— ¡De nada! — Carly molesta se acercó a mi para señalarme con su dedo, yo solo miré hacia el suelo evitando sus ojos — Mira gorda estúpida, la próxima vez que vayas a tratar de mantener a los profesores lejos de donde mi novio y yo tenemos sexo espero que no te distraigas comiendo tus porquerías ¿entiendes?
Asentí.
Ella solo me miró con asco para empezar a caminar con sus demás amigas siguiéndole chocando sus hombros contra mi, cerré mis ojos y conté hasta diez o mejor estaría contar hasta diez mil.
Ya no sabía que hacer.
En mi primer semestre había estado algo emocionada por empezar las clases para convertirme en arregladora de bodas, los días pasaron bien sin nadie molestándome y pensé que mi estadía no tendría algún problema...pero fue una semana después cuando Carly y sus amigas hicieron aparición.
Al verme fue como proclamar que sería de inicio a fin su mascota, me había negado como no tienen idea mandándolas a la mierda más de una vez.
Más no se rindieron.
El padre de Carly es el director de la universidad y para rematar me dijo que si no aceptaba ser su mascotita algo iba a pasar con mis papeles de ingreso.
Pensé en decirles a mis padres.
Pero no hablaba ni hablo con ellos desde lo sucedido, desde que me quitaron a quien es mi único amor, a quien añoro con locura y a quien recuerdo con un ardiente anhelo.
Dios.
Pestañeo reiteradas veces quitando las lágrimas de mis ojos para empezar a caminar hacia el comedor, se supone que me encontraría allí con mis dos mejores amigos...Eidan y Rue, pues ya sabrán que el ser la mascota de Carly me hace la peste para las chicas y las que lo intentaron solo salieron lastimadas.
Odio a Carly.
Por eso Eidan y Rue son mis únicos amigos quienes han estado allí para mi desde el comienzo, estudian lo mismo que yo pero al parecer con diferentes áreas específicas de gusto, a Eidan le atrae más la parte de encargarse de elaborar las tortas de bodas y a Rue le fascina la decoración...a mi me gusta todo.
Incluso hemos estado planeando, lanzando ideas de aquí o allá para que al finalizar nuestros estudios empecemos con un banquete centrado en fiestas juveniles...empezaremos desde lo más bajo subiendo poco a poco a nuestra meta.
Mis dedos entrelazados se topan con la argolla en mi dedo corazón logrando que mi respiración se tambalee, me detengo y la observó...y es tan hermosa como la recuerdo, de un corte princesa el diamante incrustado brilla gracias al sol con la banda rodeando mi dedo manteniéndolo en su lugar.
En el lugar que le pertenece.
Ages.
Ya ha pasado año y medio desde la última vez que lo vi, y aunque nos encontramos en una era de alta tecnología fue imposible mantenernos comunicados, yo no tengo Facebook, ni Instagram y mi teléfono fue decomisado por mi papá para así no tener ni su número.
Lo extraño.
Cada parte de mi cuerpo lo extraña.
El recordarlo ya no es suficiente y aun así mis sueños solo me torturan, hay días en que sueño que Ages regresa a mi pero ya no es el mismo y su amor por mi se ha desvanecido tras el largo tiempo...en otros el llega a mi departamento y me besa como solo el sabe para luego hacerme el amor.
Aun así...todos son malos.
Porque sueño con el cuando lo quiero a mi lado.
Suelto un suspiro,
— Debe estar mintiendo, ella es así.
Me tenso al escuchar a Carly acercándose.
— No con esto.
— Willou tiene razón Carly, Sulek no mentiría cuando se trata de un chico, aparte de uno tan ardiente como ella detalló.
— Ya decidiré yo si el tipo vale la pena ¡vayamos más rápido! Si es guapo es todo mio, ya lo pedí.
Sus tacones chocan contra el suelo y ni me prestan atención mientras cruzan a mi lado corriendo como pueden hacia la cafetería, me sorprende que no hayan tratado de insultarme pero cuando se trata de una nueva presa puedo estar segura de que evitan hasta a la muerte.
Ahora...
Ya no se si quiero ir a la cafetería.
Pero les prometí a mis amigos que comería con ellos para así poder irnos al departamento de Rue a terminar de ver la serie Game of Thrones, no es como si me guste...y puedo asegurar que las escenas pasadas de tono colorean mis mejillas y escondo mi cabeza en la almohada más cercana para luego quejarme con ellos por pervertir mi sana mente.
Algo que siempre me recuerda a Ages.
Mi novio.
Quien con su sucia boca siempre proclamaba lo que su mente traviesa deseaba hacerme sin altos ni bajos, directo como una flecha y preciso al darme placer.
¡Uff!
Me toca ir y soportar lo que sea que se esté armando allí,
Con tan solo acercarme puedo escuchar los cuchicheos de una multitud en la cafetería, una cafetería que nunca se llena más de él medio vacío de todos los días, dudo al girar la esquina pero debo hacerlo y tal vez rogarles a mis amigos irnos de inmediato.
No creo poder soportar tanta multitud.
Cruzo las puertas con un propósito y es cuando veo a Carly y su séquito paradas frente al desconocido, un desconocido que al cruzar la puerta dejó caer sus ojos en mi.
Unos que reconozco.
Mis ojos se llenas de lágrimas y una de mis manos cubre mi boca tapando mis suaves solloz, sus ojos se abren sorprendidos para dejar un ceño fruncido caer en su frente mirándome preocupado...hábilmente pasa por el lado de ella para correr hacia mi.
— Mi cielo ¿qué sucede?
Escucharlo llamarme así mientras acuna mi rostro tratando de limpiar mis lágrimas solo hace que más salgan y que mi corazón brinque emocionado.
— Pensé que estarías emocionada y feliz pero...
No lo dejé continuar.
Tiré de su chaqueta chocando finalmente nuestros labios y el probar estos trae una marea de sensaciones que sólo el provoca, mi cuerpo vibra de placer y cuando sus brazos me rodean y mis manos tiran de su cabello se que es él.
Oh mi dios.
Es mi Ages.
Separé nuestros labios.
— Mis papas...
— Solucionado — trata de besarme de nuevo pero lo esquivo.
— Pero ellos no estaban...
— Lo tengo controlado — vuelve a inclinarse para besarme pero eché mi cabeza hacia atrás a lo que suelta un bufido.
— ¿Cómo que lo tienes controlado? ¿cómo puedes tú controlarlo? ¿mi papá volvió a golpearte? ¿qué hiciste? Por dios dime que nada ma...
Un apretón en mi trasero detiene mi bulimia verbal, al mirarlo el solo levanta una ceja.
— ¿Terminaste o debo agarrar tu hermoso trasero más fuerte? Sabes que gustoso lo haría.
— Pero...
El solo vuelve a besarme deteniendo mis siguientes palabras, refunfuño en medio del beso pero cuando el sonríe me deshace por completo logrando que sus besos hagan relucir esa sensación de fogosa lujuria de antes...mis pezones duelen por lo que los froto contra su pecho algo que lo hace gemir mientras mete su lengua en mi boca.
Estoy tan metida en nuestro beso que cuando me apartan de él de sopetón estoy desconcertada y puedo ver que el también, miré hacia la culpable.
Carly.
¿Sorprendida? Algo, aunque ya creo que nos dirá el porqué de su molesta interrupción.
— ¿Qué sucede contigo? ¿Acaso no me viste a mi que vienes donde ésta gorda estúpida? ¡encima la besas! Cuan desesperado puedes estar para hacer tal asquerosidad — ella se le acerca para tocarlo — Conmigo estarás mucho mejor, te mostraré lo que es una buena y linda mujer.
Ages solo la mira con el ceño fruncido mientras retrocede ante su mano extendida.
— No gracias.
— ¿Acaso eres sordo? — ella lo mira como si fuese estúpido — Te estoy dando una noche asombrosa conmigo y una cama ¿aun así me rechazas?
— Exacto — el le contesta a lo que puedo ver como ella queda muda ante su rechazo — Ahora si me disculpas mi prometida y yo debemos irnos, tenemos una larga noche para hacer el amor.
Y con eso la mató.
Ella exclama escandalizada mientras Ages viene hacia mi agarrando mi mano llevándome hacia afuera, antes de salir por completo giré y miré hacia la mesa que diariamente ocupo con mis amigos a lo que al verlos solo logro sacudir mi mano hacia ellos antes de no poder verlos.
Salimos al estacionamiento.
— ¿A donde me llevas?
El sonríe mientras saca las llaves de su auto.
— ¿Damos un paseo? ¿o estás muy cansada?
Ahora soy yo quien sonríe ante las mismas palabras que dijo antes de secuestrarme en lo que recuerdo fueron los mejores días de mi vida.
Le di un apretón a nuestras manos aún unidas.
— ¿Qué tienes en mente?
El muerde sus labios tratando de ocultar como sus labios tiemblan, se detiene frente a un mercedes negro para mirarme de manera seria.
— Follar tu precioso coño con mi polla durante toda la noche, luego lamer nuestro placer, volver a follarte deseando tus uñas en mi cuero cabelludo, y si quieres puedes mamar mi polla.
En blanco.
— ¡Sucio!
El solo estalla en una estruendosa carcajada algo que deja a un costado mi vergonzoso pudor para unirme a sus risas.
El es simplemente mio.
⏳⌛
— ¿Qué quieres decir con que papá te ayudó? — me siento de lado para mirarlo mientras conduce — ¿Hablamos de mi papá o el tuyo?
— Claramente hablamos del mio.
Al parecer mi abuelo había metido sus manos como ideas en lo que nuestro asunto equivale, por lo tanto había estado hablando, peleando y discutiendo con mi padre intentando así que vea las cosas de una manera diferente.
Amor es amor.
Y no puedo negar que estoy sorprendida pues de quien menos esperé ayuda era de mi abuelo, más bien pensé que ellos serían los de puño de hierro forzando a mi padre a que sea más estricto.
Ya ven su blando corazón.
Aún más me sorprende que mi abuela Missy haya aceptado, supongo que tuvo sus dudas pero para no hacer nada en contra de su esposo eso ya me dice mucho.
El auto se detiene frente a un condominio residencial que desconozco, para abrirse paso a lo que es un garaje...cuando detiene el auto aparcándose observé el lugar confundida.
— ¿Dónde estamos?
Pero el no contesta, solo sale del auto y me lleva a través de los autos para subir en un ascensor...marca el piso seis y al llegar nos dirige a una puerta con el número diecisiete en doradas letras.
— ¿Ages?
El abre la puerta dejándonos entrar pero soy empujada contra la puerta cerrándola con mi espalda mientras el se presiona en mis lugares correctos.
Gimo.
— Estamos en mi departamento, el cual también es tuyo...aceptaron nuestra relación eso quiere decir que podemos casarnos cuando quieras, tus padres no van a inmiscuirse en nuestra relación siendo precavidos ante los desconocidos.
Yo solo veo su boca murmurando y aunque lo estoy escuchando más atención tiene ese bulto hincando mi estómago.
— Ahora — susurra acercándose a mi boca pero sus manos tan ágiles empiezan a tirar de mi camiseta — No quiero más charla, solo quiero tus jadeos, tus gemidos y por favor que grites mi nombre ante cada orgasmo.
Me deshago de su chaqueta.
— Eso es injusto.
— ¿Lo crees? — lame mis labios y observa fascinado mi pecho semidesnudo, solo cubierto con mi brasier — Yo creo que amo tus grandes senos ¿te he dicho cuanto amo chupar tus duros pezones? Ellos ponen tiesa mi polla.
Refunfuño.
— Sucio.
El asiente.
— Muy sucio, pero tuyo.
Estoy tan en acuerdo con el y es por eso que cuando nos lleva a la habitación y me desnuda lentamente que no lo detengo, hubo un tiempo en que lo hubiera detenido ya que mi cuerpo sigue sin ser delgado y plano...pero es él, mi Ages, mi novio, mi prometido, el único que ha visto mi cuerpo desnudo y dicho lo perfecto que es.
¿Cuándo me hace el amor?
Las emociones son distintas pues mi cuerpo lo ansía y mi boca lo llama en deseosas suplicas, por supuesto que el responde.
— ¿Quieres pastel de frutas o chocolate para el banquete?
Mi respiración es agitada y sé que no cambiará pues sus embistes no cesan su ansioso movimiento, aun así me concentro para demostrarle lo confundida que estoy tras su pregunta.
Pero...
Dejé caer mi cabeza contra la almohada dejando la pregunta pasar.
— Sigues preguntando cosas inoportunas en estos momentos.
El se ríe dejando caer su boca en uno de mis pezones succionando con fuerza haciéndome gemir y gritar ante el poderoso mordisco.
— Y tu gritando mi nombre tan delicioso como lo recuerdo, tan receptiva mi cielo.
Un futuro nos espera como una boda que he estado esperando ansiosa por planificar por meses, tengo mis ideas como sé que él también, cumpliremos nuestra promesa.
Porque tenerlo como mi esposo será un sueño que nunca olvidaré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario