STEPS
E P Í L O G O
Peyton
— ¿Usted Reid Lucios
Weaver, acepta a Peyton Karen Sarás como su esposa, prometiendo amarla,
cuidarla en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe?
La intensa mirada que Reid
me dio sólo hizo a mi ya desbocado corazón latir con mayor rapidez, nerviosa
era poco.
El lugar que habíamos
decidido para casarnos nos dio varias opciones como "capillas" y esta
estaba hermosamente decorado como una pequeña parte de un jardín, las paredes
revestidas con lo que parecía madera y un techo azul simulando un hermoso cielo
azul, las sillas de madera que eran para ochenta personas eran sólo ocupadas
por seis personas y tres de ellas deberían estar a un costado de Reid esperando
a proclamarme su esposa.
Pero era algo imposible.
The Glass Garden, hermoso y rústico con un toque
elegante me acogía en su belleza dejándome disfrutar del momento al escuchar la
respuesta de Reid resonar contra sus paredes.
— Si, acepto.
Deslize la dorada sortija
en su dedo con un estremecimiento corriendo por mi cuerpo, emocionada ante lo
que estaba haciendo me hizo sonreír tontamente, como una tonta enamorada, y si
que lo estaba...y mirándolo supe que el sentia lo mismo.
Mi Reid, aunque todo un
macho -como él se llama- tiene un
dulce corazón de melocotón que palpita de amor hacia sus seres más amados.
— ¿Y usted Peyton Karen
Sarás, acepta a Reid Lucios Weaver como su esposo, prometiendo amarlo, cuidarlo
en la salud como en la enfermedad, hasta que la muerte los separe?
— Si, acepto.
Estirando mi mano dejé que
pusiera...me quitó mi anillo de compromiso haciendo que lo mire confundida el
sólo sonrió.
— Había mandado a hacer un
anillo de compromiso especial para ti, pero no pudo llegar a tiempo sino hasta
hoy — mi boca se abre atónita ante el hermoso anillo que desliza en mi dedo —
Mi dulce, dulce algodón.
El anillo de compromiso
ahora era de corte redondo, de un tono rosa oro y en la parte de adelante
enredaderas con una que otra pequeña pieza de diamantes incrustadas por
allí...más la roca en el centro se llevaba el premio mayor.
— Oh mi Dios — el tenerlo
en mi dedo es...no tengo palabras, más que sorprendente, más que perfecto,
llevando mi mirada hacia mis otros chicos parecían tensos como en espera de
algo y al ver a Reid mirándome fijamente con los labios apretados entendí que
esperaba una respuesta — Es tan...hermoso, no sabes cuanto te amo.
Sus hombros cayeron
mientras un cálido brillo iluminaba sus hermosos ojos, había dicho lo que el
quería.
Sentí como algo más era
deslizado en mi dedo notando la otra sortija dorada ocupando ahora el lugar que
le corresponde, el haber echo lo mismo y ver de nuevo su sortija hizo que casi
empezara a dar brinquitos de emoción.
¡Estos papasitos son míos!
— Con el poder que me fue
concedido los considero ahora marido y mujer, puede besar a la novia.
Yendo hacia Reid rodee con
mis brazos su cuello dejando suaves besos en sus labios con nuestras sonrisas
de por medio antes de besarnos como tanto deseaba, ese tipo de besos que hacen
nudos los deditos de tus pies o que hacen que como cuento de hadas tu pie haga ¡pop!
Ya saben el típico de
primer beso.
Yo no me detuve por nada
mientras mis manos acariciaban la melena de mi ahora esposo sintiendo sus
brazos rodear mi cintura di un paso más cerca suyo abriendo mis labios dejando
a su tentadora lengua profundizar nuestro primer beso de casados, para luego de
un carraspeo separarnos.
— Señores, ahora sus
testigos deben proceder a firmar.
Asenti divertida y algo
tímida al notar que nos habíamos dejado llevar, por un segundo, entrelazando
nuestras manos Reid nos guió hacia los asientos con el sentándose y conmigo de
costado en su regazo mientras mis manos acariciaban su hermoso rostro, su
fornido pecho lleno de tentadores tatuajes que han recorrido mis manos ojos y
boca.
¡No quiero apartar mis
manos de él!
— ¿Por qué cortaste tu
cabello?
Recordaba con perfecta
claridad el largo de éste el día que los vi por primera vez y el haberlo vuelto
a ver sin ella había sido sorprendente, más aún no sentía el derecho para
preguntarle el motivo por el cual había cortado su cabello.
— ¿Qué?
— Tu cabello, la primera
vez que te vi lo tenías tan largo como el mío — esa primera vez que nos vimos
en su clase donde capturaron mi total atención.
Levantó su mano para
dejarla caer en su cabello, perfectamente cepillado para la ocasión.
— Pensé que no lo habías
notado — dijo mientras dejaba caer su mano en mi muslo cubierto por blanca tela
— Ese día el haberte conocido había estado nervioso preguntándome como querrías
a tus hombres ¿cabello largo o corto? Al final me hice casi el mismo corte que
tienen mis hermanos, obviando el echo de que en mí luce mejor.
Jugué con mis anillos
divertida ante su ego.
— Me gustaste con cabello
largo, y no estoy diciendo que tal como ahora estas no me guste, porque créeme,
estas muy bueno — su sonrisa aumentó mostrando su deslumbrante dentadura — ¿Te
lo dejarías crecer?
Sus ojos se abrieron
asombrados ante mi pregunta.
— ¿Quieres eso?
Asenti de inmediato sin
dudar.
— ¡Si! ¿puedes hacerlo?
¿por mí, tu hermosa esposa? — hice pucheros en espera de obtener lo que quería
y si el empezaba a decir que no pues que no se espere una caricia donde mis
dientes morderan.
Pareció divertido ante mi
puchero deshaciendolo en un instante con sus labios.
— Nena, todo por ti, joder
eres nuestra perdición — susurró en mi oido dejando que solo yo escuche sus
palabras, haciendo que recuerde a mis otros hombres.
A quienes los miré de
reojo notando que me miraban ansiosos, luego le di un vistazo a sus dedos, que
sorpresa me da que el verlos sin una argolla dorada me cause tanta
molestia...eso tenemos que resolverlo de inmediato.
— El certificado de
matrimonio será enviado a la dirección que ingresaron en sus datos, que tengan
una hermosa noche y que vuestro matrimonio dure tanto como vuestro amor.
Bese los labios de mi
esposo para levantarme y tirar de el, muy a pesar de que podría haber tenido
una pequeña recepción aquí como también fotografías de calidad más un delicioso
pastel, no estaba en mi lista de deseo
con locura, por ahora sólo quería dos cosas, la primera seria:
— ¡A festejar! — exclame
seguido de una ovación por parte de mi mejor amigo donde los demás se nos
unieron.
Y como segundo, una larga
e intensa noche con mis esposos.
(….)
— ¿Te dije lo hermosa que
estas con ese vestido?
Negué para empujarlo
contra la pared dejando caer el saco de sus hombros, desabrochando los botones
de su camisa que se apretaba deliciosamente ante cada ondulacion de sus
músculos.
— Es tan suave — Mase
acarició mi cadera donde la tela caía perfectamente aunque no podría decir lo
mismo de mi parte trasera ya que Ghian estaba más que curioso por ver lo que
había elegido como lencería para este día.
— ¿Ya te lo puedo quitar?
— el ansioso de Ghian no me lo hacía nada fácil mientras presionaba su polla
contra mi trasero mordisqueando el lobulo de mi oreja tan lentamente que
frustraba a mi posesa del sexo interior.
Solté un quejido cuando su
cuerpo se presionó aún más contra el mío convirtiéndonos en un sándwich lleno
de fogoza pasión con Ghian detrás mio y el toqueton de Mase por delante ¿donde
estaban Terrell o Reid cuando los necesitaba?
Intenté mirar hacia un
lado, ohhh pero que dificil fue cuando esa ansiosa boca buscaba la mia con
determinación, le Di lo que quiso gimiendo ante el dulce sabor de las fresas en
su boca...mientras mis manos en su cuello descendieron por un camino peligroso
donde duros pectorales como marcados abdominales me distrajeron más de una vez.
— Oh Mase ¿por qué tienes
que estar tan bueno? — bese su barbilla estremeciendome ante la ligera
raspadura de su barba, como también cuando manos tibias tocaron mis desnudos
muslos.
Mase y sus manos agarraron
mi cabeza inclinando su boca contra la mía mirándome con absoluto deseo, solté
un jadeo al ver su lengua salir y humedecer sus labios, el capullo sólo me
sonrió disfrutando de mi miseria.
— Te quiero desnuda —
abruptamente chocó su boca contra la mía dándonos un tosco beso — Ahora,
esposa.
Empuje mi trasero hacia
atrás chocando contra una dureza que tenía propia calidez como mente, ya decía que
erecto debía estar mi Ghian, el aunque sobresaltado se echó hacia un lado
saltándome.
Le di la espalda a Mase
mientras caminaba hacia la habitación levemente iluminada donde esperaba
encontrar a mis demás esposos.
La simple mención es tan delirante.
Me detuve mirándolo sobre
mi hombro.
— Señores ¿esperan
invitación? Porque necesitaré ayuda para salir de este vestido.
Avanzaron de inmediato
tirando de sus ropas fuera, sonreí complacida para entrar en la habitación
encontrando a Reid y Terrell desvistiendose mientras me veían entrar, mordi mi
labio inferior con un dolor punzante entre mis piernas, mis pezones erguidos ya
deben estar y seguro como el infierno que mi maquillaje una mierda ya será.
Y me valía poco.
Guíe mi mano hacia atrás en
mi cuello, justo en la nuca ya que el cuello de este vestido hasta alli
llegaba, para agarrar el cierre y empezando a deslizarlo por toda mi espalda
donde terminaba su recorrido justo encima de mis posaderas.
Mis esposos estoicos
frente mío como detras fijaron sus miradas en mi con la respiración agitada
mientras lentamente quitaba el vestido de novia que había comprado para mi y
mostrándole la lencería que había comprado para ellos.
— Joder — escuché a Reid
maldecir entredientes para al mirarlo notar sorprendida como su mano agarraba
firmemente su polla enrojecida por la sangre.
Retenia su placer.
Mi conjunto era sencillo,
un push up blanco sin tiras con algo de encaje por debajo de ellos junto a una
tanga, si, leyeron muy bien.
Una tanga.
Algo que me prometí nunca
usar en mi vida cubría mi vagina pero esta era sin dudas una tanga para mujeres
pudorosas, la parte de adelante era como cualquier braga blanca con unos
centimetros de encaje y su lazo en el centro y justo en la parte de mi
montículo una tela mas gruesa qye no permitia ver a traves de ella, mientras
que en la parte de atras era una simple tirita que pasa entre mis glúteos sin
cubrir nada.
Nada.
Espero estar explicando lo
bien porque el nada era muy importante, porque si alguien veía fijamente podría
notar...
— Diablos — Mase se acercó
desde atrás mío agarrando mis gluteos empujandome contra la cama logrando así
inclinarme y separar mis gluteos dejándolos ver otra de mis sorpresas — Oh,
diablos.
Una que me costó un mundo
deslizar por allí.
— ¿Es lo qué creo que es?
— preguntó Terrell acercándose mientras cerraba mis ojos ante el placer que
recorrió mi cuerpo cuando movieron el dildo
en mi interior.
Solté un largo gemido.
— Hermanos, nuestra
hermosa esposa ha sido tan traviesa ¿esto para quién es cariño? — me preguntó
Ghian acariciando alrededor de la cosa haciendo que me removiera inquieta.
Ya podía sentir el sudor
recorrer mi cuerpo.
— ¿Nena? — preguntó Reid
ansioso.
Mis pestañas parpadeando
ante sus manos sobre mi hicieron que casi olvidara que me habian preguntado,
lamí mis más que resecos labios.
— Para ustedes, to-todo
suyo mis...hmmm, mis espo-posos.
Mis piernas empezaron a
temblar y fue cuando unas manos acariciaron mi espalda antes de girarme y
levantarme llevandome al centro de la cama, me agarre a la espalda de Reid
mientras su boca presionaba besos por todo mi cuello.
— Pequeña provocadora —
susurro pareciendo fascinado.
Colocando mis manos en sus
hombros lo empuje dejandolo caer de espaldas donde antes yo estaba conmigo a
horcadas suyo con su ansiosa polla acariciando mi muslo, deje mis manos
presionadas contra su pecho para cerrar los ojos al sentir unos calidos labios
deslizarse en mi espalda, unas manos abarcaron mis senos aun cubiertos.
— Desnudala — escuche
decir a Ghian mas no tan claro pues las manos en mis pechos apretaban de la
manera correcta haciendo al escaso aire en mis pulmones precipitarse fuera de
mis labios en una trabajosa exhalación.
El brasier fue lo primero
en irse y le siguio mi tonta tanga, Terrell quien anteriormente besaba mi
espalda ascendió sus besos a mi hombro sintiéndolo el rose de su piel desnuda
como el de su polla igual de ansiosa que la de mi muslo.
Un mordisco en mi pezón
hizo a mis cerrados ojos abrirse exaltados ¿cuándo los había cerrado? Que va,
la lengua de Mase mas sus labios que succionaban de mi duro pezón eran la
perfecta combinación de placer con los besos de Terrell, los curiosos dedos de
Reid en mi humeda vagina.
La cama se hundió en un
lado haciendo a mis ojos presimitarse hacia allí encontrando a mi hermoso
pelirrojo con la polla pilla en su mano con sus ojos clavados en los dedos
enterrados en mi placer.
Mis caderas se sacudieron
cuando un dedo se introdujo en mi coño pasando sus paredes mientras su pulgar
presionaba ese nudo en mi clítoris haciendo que entierre mis uñas en su pecho.
Escuché su quejido más no
me dijo nada.
No sabía cómo iban a
tomarme ¿tomarían turnos? ¿ya había decidido con anterioridad quien iba
primero? Quizás lo hicieron, tal como decidieron que fuera Reid quien esté a mi
lado en la capilla.
Un infantil juego de
piedra, papel y tijera.
Aún quiero reirme ante
ello, pero recordé en donde estaba y que estaba por pasar cuando el dildo que
dilataba mi ano fue lentamente retirado por Terrell quien susurró palabras
hermosas en mi oido diciéndome lo perfecta que era, cuando amaba que ahora
fuera su esposa.
Palabras tan él.
Y al sentir la punta de su
polla presionar contra aquella entrada me tense antes de inclinarme hacia Reid
mordiendo su barbilla ante el ardor que la entrada de esa polla hizo emanar en
mi cuerpo justo antes de que otra empujase en mi vagina, mis ojos abiertos con
algo de temor hizo a Reid detener el deslizamiento de su polla en mi.
— ¿Estás bien nena? —
preguntó preocupado.
Dejé a mis manos agarrar
su cabello inclinando su cabeza hacia un lado, tenía tantas ganas de besarlo.
— Despacio, por favor — le
suplique.
— Hmmm — dijo con nuestras
bocas aún unidas sintiendo al instante como su polla iba más lento antes de que
Terrell llegase a fondo.
Estaba preocupada por no
haber sido anteriormente preparada pero ahora podía sentir el suave
deslizamientos de sus polla que entendí que estaban estas cubiertas de
lubricante, me relaje sacudiendo mis caderas insentivandolos a moverse mientras
me levantaba en mis rodillas dandoles una mirada a Mase y Ghian quienes
entendiendo se pusieron de pie en la cama acariciando sus pollas que muy
consideradamente decidí meter en mi boca.
Agarrando una con mi mano
dejé a la polla erecta de Mase empujar contra mi boca lamiendo su placer antes
de gemir e intentar llevar todo lo que podía de el en mi boca antes de hacer lo
mismo con Ghian.
Los embistes aumentaron
haciendo lloriquear mi placer y a mi placer aumentar contra cada uno de
aquellos empuje, el ardor aún estaba alli ante el roce de ambas pollas en mi
interior pero podía con ello.
No era la primera vez que
los tenía a ambos al mismo tiempo.
Pronto el sonido de
gemidos, jadeos, gruñidos y maldiciones aumentaron en la habitación como el
obsceno sonido de piel chocando contra piel en más de un segundo, tenía la
polla de Ghian en mi boca cuando sentí el orgasmo de ambos acercándose pero no
los dejé apretando la cabeza de hongo de un rojo sorprendente haciéndolos
lloriquear y preguntar por qué no.
— Se correrán dentro mío —
susurró con la respiración agitada mientras mis ojos se cerraban, mi orgasmo
tan cerca como el de ellos.
Peor.
Me tense dejando a mi
propio placer rodearme mientras mi vista con puntos blancos ascendía de lo más
alto descendiendo con rapidez ante mi orgasmo, me escuché gimiendo y gimiendo
sus nombres antes de escuchar tanto a Reid como a Terrell gruñir sintiendo una
calidez llenarme.
Caí encima de Reid quien
sujeto mi cadera apretando mientras aún sentia los estremecimientos de nuestro
orgasmo recorrerlo, ambos cubiertos de una fina capa de sudor transpirando
antes de sentir que era recogida por otros brazos siendo llevada a otra
habitación con un dulce aroma a jazmín.
El baño.
Deliciosa agua caliente,
en el punto exacto, me rodeo como otros brazos me recibieron a lo que
ascendiendo mi mirada noté unos verdes cual bosque ojos que me recibieron antes
de sentir otro cuerpo a mi espalda.
Sabía que era Mase.
Y sabía que esta sería una
larga noche, feliz Luna de Miel para
nosotros.
(….)
En la mañana esperaba
poder compartir un delicioso desayuno con mis esposos y estaba a mitad de ello
cuando golpes en la puerta interrumpieron nuestra felicidad, Ghian con mala
cara fue hacia la puerta regresando al segundo que Quan y Milo querían hablar conmigo.
Pensaba tener unas serias
palabras con mis amigos acerca de privacidad y dejar a los recien casados
disfrutar sus desayunos, cuando vi el ceño fruncido de Quan y las lágrimas
empañando las mejillas de Milo.
— ¿Qué está pasando?
Quan me tendió un papel
doblado en tres partes que tomandolo vi que era del hospital donde ayer
habíamos llevado a Milo, deben ser los resultados de los exámenes que dijeron
llegarían hoy.
¿Pero, por qué lloraba
Milo?
¿Qué podía ser tan malo?
Leí una lista de exámenes
no entendiendo algunos pero fue en justo uno donde supe el porque de sus
lágrimas, apreté mis labios mientras hacía el papel a un lado para mirar a Milo
quien me miraba con ojos inyectados en sangre de tanto llorar.
— Oh Milo...
Fin
No hay comentarios:
Publicar un comentario