STEPS
CAPÍTULO TRECE
Peyton
No sabía si llorar o
gritar, no sabía incluso si podía hacerlo ¿debo? Me sentía entumecida pero no
un entumecida y pérdida en sus profundos pensamientos, no, entumecida y rayando
a lo loco.
Me sentía como Harley
Queen.
¿Tenía ganas de reír? Posiblemente
pero sabía que no debía hacerlo, no quería que mis hombres llegarán a pensar
que por lo sucedido había enloquecido, no lo había hecho, y tampoco lo veo
cerca.
Sólo estoy entumecida.
—
...No...¿acaso no me está escuchando? A mi novia, la señorita Peyton Sarás, un
grupo de seis estudiantes intentaron violarla en los baños del edificio B-3...
Y que Ghian esté hablando
con el director me pone sumamente intranquila, digo ¿qué podría hacer el
director? ¿y si en vez de hacer algo contra esos tipos está mierda giraba hacia
mí? Soy la chica pobre por lo tanto siempre escogerán a los niños ricachones.
Saber eso sólo me acojona
más y más.
—...ah, ya
los encontraron...¿y qué esperaba que hiciera? ¿qué les diera palmaditas y
agradeciera por sus nobles presencias?...¿esa no era la forma? — sabía que la
plática sólo lo estaba llevando al borde de exasperación, lo notaba cada vez
que levantaba su voz o su tono sarcástico se mostraba — ¿¡Y cómo esperaba que
actuara cuando estaban esperando su turno para violar a mi novia!?...¡claro que
lo hizo! ¿qué esperaba que hiciera? ¿qué se abriera de piernas para esos
idiotas?...No, usted no está entendiendo...
Recostada contra el pecho
de Mase, con mi trasero en Reid y mis piernas en los muslos de Terrell me moví
inquieta ante sus palabras ¿acaso el director no pensaba que estaba bien lo que
hice? ¿lo que ellos hicieron por mi al ayudarme? Las manos de los tres están en
mi piel acariciandome y agradecía por ello.
Pero no estaba
funcionando.
— La
señorita Sarás es nuestra novia...exactamente director, de los cuatro
Weaver...por supuesto que esto no es un juego...no me importa si usted me cree
o no, pero esto es lo que pasará como sabe mis padres donan una parte muy
importante que ayuda con gastos muy caros en su universidad como también la
disquera en donde mi hermano Mase donde sé tienen un acuerdo además de que ven
esta universidad como la mejor para su estrella y si usted no hace algo en
veinticuatro horas no sólo nos retirarnos de esta universidad, perderá sus fondos
y perderá en buen cantidad de sus demás colaboraciones, tenemos conocidos y
sabemos como hundirlo...
Mis ojos estaban abiertos
ante sus palabras ¿acaso puede hacer eso? Mirando hacia los rostros serios de
quienes detuvieron sus caricias me doy cuenta de que si que es posible, ellos
lo harían por mi sin dudarlo ¿tan importante soy por ellos? Mis ojos pican ante
ese nuevo descubrimiento.
Los hombres que empiezo a
amar y sentir que son míos me tienen como lo más precioso de su vida y no
dudarán en hacer cualquier cosa por mantener mi seguridad y felicidad a tope.
— Hable con
Sawer Finegal, al parecer era quien estaba al mando además de que fue quien
abordó a nuestra novia...eso espero señor director...cualquier cosa llámeme a
este número quisiera saber lo que sudecera con ellos...
Solté un suspiro cuando
supe que la plática con el director habia terminado, deslize mi mano
acariciando la mano de Mase en mi cintura, para luego acariciar su
mejilla...volvio a mirarme con ese brillo de furiosa maldad aún alli.
La verdad es que ellos me
preocupan más que yo misma, si yo soy callada ellos no lo son y ahora estan
como una tumba, silenciosa y fría, acariciandome con ternura pero con una
niebla de ira cubriendo aún sus ojos.
— Mase, ya pasó, por favor
deja de estar molesto.
Parpadea confundido.
— No estoy molesto tesoro
¿como estas?
Solté un bufido mientras
dejaba caer de sopetón mis manos en mi regazo cuya acción llamó la atención de
todos, incluida la de Ghian, cuatro pares de ojos mirándome con cautela.
— Ok, se que aún están
molestos por lo sucedido yo tambien lo estoy pero no es para que permanezcan en
un estado zombie ¡se supone que yo debería estarlo pero no lo estoy! Así que
dejen de ser malditas momias ¡estoy bien! Nada de traumas sólo una ira que
desea ser liberada contra alguien y jodanme si no deseo dejarla ir contra
ustedes, pero los amo demasiado como para echar mi mierda sobre ustedes.
— Nena, sólo estamos
preocupados...
— Lo se Reid, pero lo que
ustedes no entienden es que aunque esto me cabrea mucho más que ustedes yo
estoy dejándolo ir para no romper mi tranquilidad, ellos en algún momento
pagarán y prefiero verlos a ellos retorcerse que a mi echa bolita en una cama
sintiendo pena de mi misma.
El silencio fue lo que le
siguió a mis palabras pero sabía que estas fueron escuchadas cuando cada uno
empezó a relajarse en mi contra y empezar a hablar de cualquier cosa.
Pero entonces una bomba
cayo:
— Voy a dejar el equipo.
Una suerte que no rompiera
mi cuello ante lo rápido que giré mi cabeza hacia Ghian sorprendida por sus
palabras.
— ¿Qué? ¿por qué?
— Los seis imbéciles que
estaban allí eran miembros del equipo de football, no me voy a quedar en el
equipo de mierda que intentó ir contra ti, maldición se supone que somos un
jodido equipo y las mujeres de cada uno son respetadas y prohibido de tocar.
— Pero posiblemente los
echen del equipo, no tienes que dejar algo que te gusta tanto Ghian, no por mi
— estirandome dejé caer mi mano en su hombro, pareció tensarse por unos
segundos para luego soltar un suspiro.
— Tu lo has dicho cariño,
me gustaba no me apasionaba, ser mariscal de campo fue divertido pero no lo
veía como algo de futuro y eso ya te lo había contado.
— Lo se, pero no quiero
que dejes algo por esto que sucedio — no por mi culpa.
— Lo dejo porque quiero,
no porque debo y no voy a cambiar de parecer cariño.
Mordi mis labios no
estando de acuerdo con sus palabras, sabía que no lo veía como algo en el
futuro...ser mariscal sólo era un hobbie...atravesamos el portal para estacionar
frente a la casa, entonces una cosa llamó mi atención.
— ¿De quién es ese mini
cooper rosado?
— ¿De qué...
Levanté mi brazo señalando
a tal cosita chillona haciendo que todos mirasen hacia donde se encontraba
estacionado y maldijeran por lo alto, fue algo gracioso que me hizo sonreír
divertida, pero sus miradas cambiando a nerviosas tuvo mis ojos en rendija en
dos segundos.
— ¿De quién es? — pregunte
pidiendo una inmediata respuesta que los puso aún más nerviosos, pero fue
cuando miraron a Ghian que me dijo quien exactamente era.
No puede ser.
— Es esa porrista ¿ella
sabe donde viven? — fue mi tosca pregunta hacia ellos quienes negaron de
inmediato, me crucé de brazos — ¿Y entonces como supo donde vivían?
Nadie dijo nada.
— ¿Ghian? — volví mi
mirada hacia el notando que movia sus manos en el volante mostrándose inquieto
— ¿Ghian?
— Nadie sabe de esta casa,
nadie cariño sólo tú has venido aquí — giró su cabeza dejándome ver su ceño
fruncido parecía confundido — No entiendo como siquiera logro pasar el portal,
nadie puede entrar sin nuestra autorización...bueno, nadie excepto tú.
— Quizás te siguió —
murmure mirando hacia la casa, intentando averiguar donde se encontraba.
¿Estará en nuestro cuarto?
— ¿Por qué habría de
seguirlo? — me pregunto Reid mirándome con atención, levanté una ceja.
¿Acaso no era obvio?
— Está loquita por él y
como se habrá dado cuenta que no dormía en su cuarto de la fraternidad, un día
tomó su pelusa rosa y lo siguió todo el camino hasta aquí.
Ya la veo en mi mente a la
muy idiota siguiendolo por todo el campus hacia aquí y tal vez refunfuñando
cuando ve el portal, pero seguramente ideando un plan en su
maqueavolica-fresa-mente...estoy casi segura que ella tuvo algo que ver con lo
sucedido hoy.
— Mmm ¿qué podemos hacer?
— con un dedo palpo mi barbilla mirando de uno a otro, parecían inquietos —
Mejor entramos y le damos la bienvenida.
Los cuatro me miraron como
si estuviera loca, no lo estaba pero seguia con mi alocado aturdimiento y tenía
ganas de hacerle el día a la chiquita.
— Mejor llamemos a la
policía ¿entrar a la casa de otros no es un delito a la horca? — me dijo
Terrell y casi reí por sus palabras, claramente los demás no tuvieron problemas
con hacerlo a lo grande.
— ¿Acaso te has saltado
los últimos siglos? ¡ya nadie va a la horca tio! — Reid golpeó su hombro
haciendo que lo mirase refunfuñando.
— Animal, sólo le decía
para hacerla reír ¡no tenías que golpearme! — se regresaron los golpes para
empezar a jugar como niños a las manitas, rode mis ojos para inclinarme hacia
ellos y darles un manotón a ambos.
— Detengan su maldito
juego ¿o debo hacerlos darse un abrazo? — los miré a lo que ambos bufaron
mientras negaban — Buenos chicos.
Escuché a Ghian y Mase
reír.
— Mocosa malcriada —
susurró Reid haciendo que lo mirase, los demás empezaron a salir del auto
quedando él y yo dentro.
Entrecerrando mis ojos
levanté mi mano mostrándole mi dedo de enmedio, y mientras salía del auto con
la imagen de el mirándome sorprendido casi salte cuando escuché:
— ¡Ven aquí mocosa!
Mirando hacia atrás salte
y chille cuando intentó agarrarme pero me eché hacia atrás haciendo que el
abrace el aire, de reojo vi a los demás empezar a entrar a la casa...los
dejaría entrar y averiguar donde estaba. Unos brazos me rodearon haciendo que
grite sobresaltada para luego reír al sentir unos besos mordisquear mi cuello.
— ¡Reid! ¡N-no! — intente
sacudirme de su agarre a lo que el me giró dejando que le echase mi mejor
mirada fulminante.
Hice un puchero que el
pervertido lamio para abriendo mi boca dejar que me besara, había algo en los
labios de mis cuatro hombres porque con un beso me tenían toda húmeda y
necesitada, rodee su cuello con mis brazos mientras deslizaba su lengua contra
la mía y sus manos me acercaban a su cuerpo.
Cuando el aire se acabó
separamos nuestros labios para tomar aliento, sonreí al ver sus pupilas
dilatadas más sus labios rojos por nuestros besos.
— Me vuelves loca.
Aún me sentía aturdida por
ellos, su sonrisa engreida no se hizo esperar.
— Me complace saber que
mis habilidades orales son de tu gusto — se inclinó hacia mi oreja chupando mi
lóbulo haciéndome jadear en su oído — Pues la próxima vez que estemos en
nuestra habitación voy a comerme tu coño.
Tire de su cabello
mordiendo su mejilla castigandolo por sus palabras haciendolo saltar y reír.
— Pervertido.
— Eso dices ahora, ya
quiero escucharte cuando tenga mi rostro enterrado entre tus cremoso muslos —
unio sus labios haciendo un gemido de deleite — Nena, tu sabor es adictivo.
Me solté de el para
caminar hacia la casa, el reia a mis espaldas mientras me seguía sabiendo lo
que sus palabras habían hecho en mi.
¡Por supuesto que estoy
goteando!
Murmurando insultos hacia
su maldita pero perfecta boca y lengua di pasos que resonaron hasta Alaska
¡Alaska dije! Mientras entraba a la casa yendo a la cocina.
Claramente debía pasar por
la sala y por supuesto que hubo algo que me detuvo de sopetón casi mandandome
de trasero al suelo.
¡Tetas!
¡Y un jodido coño!
— ¿¡Qué demonios es esto!?
Mase, Terrell y Ghian que
estaban al parecer hablando con aquella...aquella estúpida saltaron ante mi
grito para voltear a verme pálidos.
— Pero mira que trajo la
mier...
— ¿¡Qué coño haces tu
aquí!? Y toda...joder por el infierno y por Hades ¿qué haces desnuda? ¡no te
respetas ni a ti misma!
Ella al parecer se
sorprendió por mi arrebato pero ella era perfecta para desahogarme de toda esta
mierda en mi interior, pero se recupera para mirarme con asco parandose en esos
tacones de infarto ¿saben que está toda desnuda y con unos taconazos de puta
regalada? ¿y que aquellos tacones son rosas? Pero y está ¿qué se cree? ¿Barbi?
Ahh...es que ni Hades ¡ni
Poseidón me la salvan!
— Porque no vuelves con
esos chicos, te la estabas pasando de chupete con ellos.
Me gire dándole la espalda
para mirar a mis chicos mirandolos con una advertencia mientras les decia:
— Si alguno de ustedes se
mete en mi camino ¡lo dejo sin sexo! ¡ni oral de nada! ¿entendieron?
Con los ojos abiertos
sorprendidos por mi momentánea locura asintieron, les di una sonrisa para
volver con la prostituta detrás mío, también le sonreí y junte mis manos en un
fuerte aplauso.
— ¿Tú como sabes eso? —
veamos si es más estúpida de lo que creo.
Muerde sus labios
nerviosas para mirar sus manos y parece que el foco se le prende.
— ¡Mimi me lo dijo!
Ella...me envió un mensaje estaba allí escuchando todo tu actito de infidelidad
— ahora me da una mueca asqueada mientras niega luciendo decepcionada — ¿Por
qué les haces esto? ¡ellos son fabulosos!
Me evito poner mis ojos en
blanco, es que no es más bruta porque no puede.
— ¿Lo son verdad? Tan
dulces, tan adictivos — solté un suspiro para mirarla con pena — ¿Te vas por
las buenas o por las malas?
— ¡Yo no me voy! ¡tu te
vas con esos chicos!
— ¿Qué chicos?
— ¡Los del baño!
— ¿Qué baño?
— ¡El del bloque B-3!
Se había puesto roja y yo
¿yo? Estaba riendo ¡por supuesto que lo hacia!
— ¿Y tú como sabes eso?
— ¡Pues es el que
elegí....y...y ¡no! — tapó su boca con sus manos mientras horrorizada miraba
detrás mío, sabía a quien miraba, a su adicción.
Entonces vi como sus ojos
se llenaban de lágrimas, fue allí cuando entendí que su adicción no era
eso...era un deseo de posesividad, y a pesar de que quería hacerme quedar como
la mala ella no podía quedar mal frente a Ghian, el mero hecho de serlo está
rompiendo su corazón.
No quería tenerle pena.
— Llamen al director.
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