C A P Í T U L O 13

NUESTRO DESTINO

CAPÍTULO TRECE


Kyra

21 de Julio, 2017.

Horas más tarde.

 

— Me puedes repetir por que carajos te estoy acompañando en esto.

 

— Ni yo se por qué también acepte.

 

— Porque si a mi me da la gana a uno le pateo el trasero y a otro lo echo de patitas a la calle cual basura ¿me he explicado bien?

 

Ambos me miran, incrédulos, pero también con molestia y rendidos.

 

— Oh, y porque les prometí hacerle de esas donas blancas que tanto les gusta.

 

— Seh, me parece razonable — murmura Saud para mirar hacia el edificio frente nuestro — ¿Estas segura de que nos darán la información que queremos?

 

— ¡Qué si! Además si se nos hacen los difíciles tenemos un hechicero con las capacidades de hacerlos cantar cual pajaritos, verdad Heder...¿Heder?...¡Heder!

 

— ¿Eh?

 

Lo fulmine con la mirada mientras notaba al descarado guiñarle un ojo a un chico para volver a mirarme.

 

— ¿No esta para chuparse los dedos? No, mejor me lo chupo entero a él.

 

— No me inte...

 

— Está lindo y....

 

— ¡Tu te callas! ¡o se lo digo a Devin! — lo amenaze señalandolo a lo que el retrocedió levantando sus brazos.

 

— ¡No jodas! — el grito de Heder hizo que lo mirasemos, pero el solo miraba a Saud, parecía maravillado — ¿Estas saliendo con la cosita?

 

Saud soltó un gruñido.

 

— No le digas cosita a mi cosita, solo yo le digo a si — dio un paso adelante mostrándose serio pero yo no podia tomarlo con seriedad cuando dijo aquello.

 

Pobre hermanito mío.

 

— Venga, dejen sus cosas de lado tenemos que entrar ya, la gente nos está mirando raro — vi de reojo como una señora nos miraba para girar y murmurar que éramos unos malcriados.

 

Solté un suspiro para entrar no me detuve a ver si ellos me seguían pues los escuchaba venir detrás mío, al entrar se pusieron a mis costados.

 

— Aún no puedo creer lo que nos contaste, tu madre está muerta y esa mujer que se hace pasar por ella es tu tía, parece telenovela.

 

— Y de las baratas — lo mire de reojo levantando mi ceja, Heder se encogió de hombros — Además ¿estas segura de lo que ese tipo te dijo? No fue hace mucho que atacó la aldea, y es posible que este utilizando esto como un medio para poder entrar.

 

— Nosotros no bromeando con nuestras o nuestros mates — argumento Saud — Sin ellos no nos sentimos completos y lo entiendo, han pasado años donde el surgió creyendo haberla perdido...el enterarse de que seguia viva, duele, debe doler que no fuera con el.

 

— Tu padre debe estar echo de roca — me dijo dándome un empujón, lo mire sin comprender — Saud dice que estar lejos de su mate le es dificil a cualquiera, pero el tuyo te está alejando cada día ¿acaso no siente?

 

— No es eso, es sólo...— me removi inquieta en mi lugar — ...es solo que el sigue pensando que ella es su mate, no lo sabe y traicionarla conmigo sería como traicionarse a mismo, por eso debo averiguar si todo lo que me dijo tal Alpha es cierto.

 

— ¿Y qué espera.....

 

— ¡Agua! ¡rica! ¡esta tan fresca Marie! ¡ven a probarla! ¡rica! ¡rica!

 

Miramos hacia donde venía tal bullicio para mirar sorprendida a un hombre con un tutu frente a un bebedor de agua, parecía un niño de tres años jugando con esta como si jamás la hubiera visto.

 

— Jack, vamos es hora de tu remedio — lo tomo de la mano quien supongo es Marir, ella se veia cansada y aunque me da pena este es su trabajo, cuidar a personas que están mal de su cabeza.

 

— ¡Pero Marie! ¡el agua está tan rica, caliente y mojada! — le hizo un berrinche luchando contra la señora.

 

— Lo se querido, pero no quieres mejor estar en una gran piscina, pondre a Sisi y a Nando para que juegues — la voz de ella desaparecia poco a poco mientras entraban en una habitación.

 

Muy pocas veces me ponía a pensar en los humanos y sus enfermedades, ellos nacieron para enfermar y morir, es duro y triste pero es su realidad, una gota de mi sangre podría darles alivio inclusive llevarlos a sanarse...pero no estaba en mis planes ser una fiel donadora, lamento el estado en que caían pero tampoco iba a correr para socorrerlos.

 

Esta prohibido dejar saber a cualquiera de nuestra existencia, eran las reglas del antiguo consejo, ahora que ya no existen ¿cuáles eran las reglas?

 

— ¿Cómo se llama el doctor? — escuche preguntar a una mujer, volteando vi como Heder estaba hablando con una enfermera detrás de un escritorio.

 

— El doctor Obreiden — le contestó mientras Salud y yo nos acercabamos.

 

— ¿Motivo de su visita?

 

— La madre de mi amiga fue atendida aquí en su nacimiento, queremos saber qué paso tal día — ante lo que dijo Saud, la señora pareció cerrarse.

 

— No está permitido hablar de pasados clientes.

 

— Pero supongo que hablarlo con lo hija de la difunta si estará permitido.

 

— No está permitido, a parte el doctor está ocupado en...una cirugía de emergencia.

 

Solté un suspiro para mirar a Heder que parecía cansado con la mujer, se acercó a ella haciendo sus ojos brillar.

 

— Nos dirás donde encontrar al doctor Obreiden, vaciaras su lista de trabajos por hoy y ante cualquiera que pregunte por él le dirás que tuvo una emergencia y tuvo que salir.

 

La señora pestañeo varias veces sin desviar sus ojos de los brillantes de mi amigo, parecía embobada...asintio para mirar hacia la computadora.

 

Heder nos miró de reojo fanfarron.

 

— ¿A que soy increíble?

 

— No te enciendas más lucecita o voy a hacer que te apagues — murmuró Saud mirando lo que la señora hacia.

 

— Eres un brabucon, no entiendo como la cosita bonita está contigo — renegó con un puchero de lo más estúpido.

 

— Es mi mate, y deja de llamarlo cosita ¡el es mío!

 

Me metí entre ellos al ver que volvían con sus peleitas.

 

— Ok, muchachos, ya basta se comportan como nendertales...Heder deja de pincharlo con el apodo de mi hermano y tú...— golpee el pecho de Saud mandandolo hacia atrás —...Somos posesivos no unos locos, comportate.

 

Que niños.

 

(....)

 

—...a mitad del la operación hubo un problema, una hemorragia interna apareció y no sabemos de dónde ni como...me habían llamado luego de dejarte con las parteras, necesitaban mi ayuda con la hemorragia de tu tía ya que en mi caso las mujeres embarazadas son las que más tienden a sufrir hemorragias....

 

— ¿Habia algo raro en ella? — preguntó Saud dando un paso adelante  — ¿Su manera de expresarse? ¿su mero físico?

 

— ¿A qué quieres llegar muchacho?

 

Pase una mano por mi sien.

 

— No estamos llegando a nada, solo está repitiendo lo que ya se — mire al doctor quien me miró sin entender — ¿Hay cámaras en las habitaciones?

 

— Ahora las hay, si quieres grabaciones de ese día lamentó decirte que no existen.

 

Bufe molesta levantándome.

 

— Pero recuerdo algo — murmura haciéndome girar y mirarlo interesada.

 

— ¿Qué cosa?

 

— Ella estaba murmurando Mi hijapero ella no era la embarazada, algunos de los médicos lo tomaron como una alucinación ya que las gemelas están conectadas por lo tanto una puede sentir lo de la otra.

 

Ella dijo mi hija.

 

Era ella — mire a Saud y a Heder, ambos apretaron sus labios.

 

Es hora de irnos — murmuró mi mejor amigo a lo que asenti de acuerdo.

 

Creo que todo está más que claro.

 

(....)

 

Es de noche.

 

Y estoy sola en mi cuarto, inquieta, sin saber que hacer, si decir la verdad o no decirla ¿espero al Alpha o no? Esa es una gran duda y un maldito dolor de cabeza, amo a Cole y al decir la verdad se con seguridad que lo tendré para mi pero llegar a ello sería decir que Lucia se está haciendo pasar como mi madre y que mi madre....que mi madre está muerta.

 

La simple idea, el simple pensamiento de que ella murió el mismo día que yo nací, rompe mi corazón, vivi mis días pensando y amando a la persona que pensé era mi madre.

 

Yo amo a mi madre, mi infancia no fue una maravilla, entre un padre sobreprotector y una madre algo molestosa....pues no habia casi un amor sincero que me unieran a ella, aún así la amaba, la amaba porque ella era mi madre.

 

El saber que nunca había tenido ese amor maternal, duele.

 

He dado vueltas en la cama por horas, intentando que mi cerebro se apague y me deje sucumbir ante la pacifica oscuridad del sueño, pero es una mierda no lograrlo, suelto un suspiro cerrando mis ojos.

 

¿Qué estará haciendo Cole?

 

¿Estara dormido? Son más de las 2 de la mañana, por supuesto que está dormido...y ella a su lado, y yo aquí sola, en bragas y con un deseo picando en mi interior.

 

Deseo un poco de jugueteo.

 

Cerrando mis ojos dejo mi cuerpo y mente flotar e ir hacia el.

 

Al abrir mis ojos me encuentro en su habitación, ambos acostados con ella acostada sobre su pecho y el con sus manos sobre ella...la escena hace que me de ganas de llorar pero en vez de eso me molesto, acercándome los separo lograndolo con éxito.

 

El está desnudo y ella también, es mejor no pensar en lo que horas antes estuvieron haciendo, poco a poco sacó la sabana de encima suyo maravillandome con la vista de su polla, y aun así en su estado de cero erección hace que mi cuerpo vibre de anticipación.

 

Me pongo a horcadas suyo dejando su polla a centímetros de mi vagina, el cosquilleo aumenta por lo tanto levantando mi mano deslizo mi uña por todo su falo, al principio no sucede nada, pero luego de unos segundos su respiración se agita su párpados se abren y me miran con sorpresa, estupefacción y caliente deseo.

 

¿Qué demonios crees que haces? — su voz sube una octava haciendo que ella se agite, el cuerpo de mi hombre imposible se tensa para mirarme con los ojos abiertos.

 

Sabes, nunca había visto una polla — le dije para con mi mano tomar su miembro y empezar a sobar, sus piernas se tensaron y sus ojos me fulminaron.

 

No.

 

Bueno, miento, había visto en películas y una que otra imagen, pero nunca cara a cara — me incline hacia su rostro sin soltar su miembro, sus labios estaban apretados sin apartar sus ojos de mi — No decepcionas lobito.

 

Le di un fuerte apretón a su polla logrando que gimiera y aprovechando que estaba cerca suyo le di una probadita a su boca, como desearia que fuera solo mio para besarlo como quisiera, pero pronto lo será.

 

Solté y acaricie, de arriba abajo el cerro sus ojos para morder sus labios verlo así llenándose de placer por mi me hace sentir poderosa.

 

Lo solté y el me miró frustrado.

 

¿Qué? — solté mientras sonreía y saltaba fuera de el — ¿Verdad que cabrea que te dejen excitado?

 

El miró su pene y luego a mi, me estaba suplicando que hiciera algo.

 

Claramente no lo haría.

 

Además, solo vine para acariar un poco e irme, ahora me voy.

 

Lo vi abrir la boca pero ya me había ido, ya en mi cama sonreí para girar y recostarme.

 

Ahora si podría dormir en paz.


A N T E R I O R             -            S I G U I E N T E


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