STEPS
CAPÍTULO DIECISEIS
Peyton
Apreté mis labios
intentando no dejar escapar ningun leve sonido de placer ante sus caricias, no
queria dejarlo ganar, o por lo menos no tan rápido ¿les habia contado lo buenos
besadores que son mis hombres? Pues aunque quisiera decir que tengo un favorito
sería algo jodidamente difícil ya que besar a cada uno de ellos era una
experiencia nueva cada día.
Y ya que me encontraba en
mi último día de reposo el cual había sido dado por el doctor del hospital
privado al cual me habían llevado, y ellos ignoraron cada uno de mis pedidos a
que me llevasen a mi fraternidad para recuperarme...ellos sólo me montaron en
un auto, me llevaron a su casa y me tienen cautiva desde hace días.
Ahora, me encontraba en
nuestra habitación en la espera de nuestros almuerzos leyendo un libro pdf que
descargué en la tablet de Reid, el me dijo que podía hacer lo que quisiea con
ella así que tomandole la palabra estuve descargando un montón de libros en
menos de media hora, estoy sola...o lo estaba hace diez minutos que fueron lo
que tomó a Terrell subirse a la cama y colocarse entre mis piernas y ya que
estaba recostada sobre mi abdomen sus manitas curiosas deslizaron la camiseta
de uno de ellos hacia arriba dejando mi piel a su alcance.
No había que decir que lo
único que me cubría era esa enorme camiseta y mis bragas de algodón blanco.
- Terrell - solté un
quejido cuando empezo a mordisquear y lamer mi espalda, deslizando sus manos
por mis costados mientras bajaba por mi piel.
El libro que estaba
leyendo quedó en olvido hace mucho y era una pena pues la sinopsis se veía muy
interesante.
- ¡Terrell! - gruñi al
sentir que mordia uno de mis glúteos, dejando la tablet caer en la cama lo miré
sobre mi hombro.
Su inocente sonrisa no se
hizo esperar.
- ¿Algún problema dulzura?
- ¡Me acabas de morder! -
soné lo más incrédula posible haciéndolo reír.
- Fue una mordidita de
amor, estoy seguro de que no te dolio, inclusive...- deslizando su mano bajo mi
vientre haciendo que un nudo se posicionara alli más un deseo ante lo que sabía
se proponía cuando descendió aun más, su mano abarcando todo mi coño moviendo
sus dedos entre mis labios haciendo que gimiera - ...Estas toda humeda ¿me
necesitas dulzura?
Dejando caer mi cabeza
sobre el colchón de la cama suspire rendida cerrando mis ojos cuando acaricio
con mayor ímpetu mi clítoris, arqueandome ante el contonee mi trasero contra su
polla en una obvia súplica.
- Por favor...
- ¿Te he contando ese
encantador sueño donde te estoy haciendo el amor cual perro? - me interrumpió
preguntando, parpadeo consternada ante sus palabras ¿nos imagino así? - Ahora,
estas en esta magnífica posición y tan deseosa por tenerme en tú interior
¿dejaras que mi sueño se haga realidad?
¡Pero es que como decirle
que no!
- Si - una respuesta
inmediata salió de mis labios, sin dudar en darle lo que me está pidiendo
¿placer ante ello? Por supuesto que lo tendría Terrell es uno de mis hombres
por lo tanto se preocupaba de darme mi placer antes que el suyo.
Dejó un beso en mi espalda
baja para luego sentir su calor desaparecer, voltee a mirarlo confundida para
notar que con sus manos agarraba el lubricante echando un poco en su polla.
Me agarró mirando por lo
tanto río nervioso.
No sabía en qué momento se
había desnudado pero la vista de su dulce polla balanceandose y chocando dura
apuntando hacia mi tuvo mi placer preparando mi vulva para su entrada.
Lo deseo tanto.
Sus manos agarraron el
borde de mi braga para deslizarlas de mis piernas y seguidamente posicionarse
sobre mi dejando caer sus manos en mi cadera mientras arrodillado entre mis
muslos dejo caer la humeda punta roma de su polla contra mi entrada.
Agarrando fuertemente las
sábanas me encorbe absorbiendo poco a poco su dulce polla en mi interior. Y es
que en esta posición la punta de su polla chocaba precisamente a mi punto
G...el bendito punto que no sabía si era real el cual parecía temblar y
vengarse ante mi no creencia a el, empujes cortos empuje largos su polla
deslizándose en mi interior saliendo despacio tortutandome con sus dulces
acometidas.
Sexo soñoliento.
¿No había leído eso en un
libro? Creo que era Seducción una suculenta trilogia de Jodi Ellen Malpas, con
el dueño del hotel del sexo Jesse...habia quedado enamorada de él al instante
olvidando al dominante señor Grey.
Ah...lo que uno piensa en
el sexo.
Cierro los ojos con fuerza
al escuchar sus jadeos, escucharlo disfrutar, escuchar tal sonido de absoluto
placer es mi manjar más preciado, pero sigue con suaves movimientos y sé cuánto
le cuesta hacer tal barbaridad...siento sus manos apretar mis caderas con cada
vez mayor fuerza y no me importa, no me importa en absoluto, quisiera moverme y
rogarle por más pero así me gusta y así lo quiere el.
Es nuestro placer.
- ¿Te gusta? - su pecho se
preciona contra mi espalda dejando sus labios deslizarse en mi hombro.
- Sabes que si - impulse
mi cuerpo hacia atrás haciéndolo ir más profundo en mi, siento que no resistiré
por mucho tiempo.
Intenso.
Demasiado intenso y por
como sus jadeos aumentan ante cada penetración puedo asegurar que el también
esta cerca. Sigue con sus movimientos acompasados impulsandose con leves
acometidas, tan cerca, llevando mi mirada hacia el sus labios se encuentran con
los míos con su lengua igualando los movimientos de su pelvis.
- Terrell... - murmuré
contra sus labios.
- Lo se dulzura, lo se.
Tras decir eso empieza a
moverse con mayor ímpetu y sólo eso faltaba para que un orgasmo invendiara todo
en mi interior haciéndome gritar, gemir y jadear ante el éxtasis...su cuerpo se
tensa para pegar su pelvis a mi trasero agarrando con mayor fuerza mis caderas
mientras riega su placer en mi interior.
Cae sobre mi a lo que rio
divertida entre las magulladas sábanas mientras con mi pierna pateo su pierna,
el mordisquea mi cuello para salir de mi y caer a mi costado.
Girando mi cabeza veo su
rostro, desaliñado y hermosamente sonrojado, su pecho subiendo y bajando ante
cada inhalación, me arrastro para dejar caer mi cabeza en su hombro cuando se
gira poniéndose de costado y sonreír.
- ¿Hambrienta? - pregunta
para tragar saliva y a variar con la llena de sus dedos mi rostro.
- Famelica.
Y la verdad es que lo
estoy, creo que unos días de almorzar a las 12pm ya tiene a mi organismo
habituado a ese horario.
El parece no querer levantarse
pero soltando un suspiro gira saliendo de la cama recogiendo su joder del piso
se sienta pasándolo por sus piernas, cuando se lo ha puesto yo estoy en mis
rodillas rodeando su cuello besando sus mejillas consecutivamente ¿les he dicho
que soy amorosa? Antes no lo era y aunque adoro a mi hermano el amor-pasión que
siento por mis hombres es diferente.
Entre el jugueteo y la
lujuria hay una unión que hace el día a día perfecto.
- ¿Te molesta? - pregunte
al apartarme cuando se colocó su camiseta, algo que arrancó un quejido de mis
labios.
Sonriendo giró para
mirarme, aún así tenía su ceño en un extraño fruncido.
- ¿Qué cosa me molesta?
Mordi mis labios mientras
me ponía deie en la cama dejanda a la camiseta cubrir mi cuerpo, pude ver sus
ojos seguir el movimiento que envió un brillo de molestia a su cara, fui a por
mis bragas dandoselas.
- Me gusta tocar, besar,
mordisquear ¿eso te molesta? - haciendo por pie a mis palabras me incline hacia
el mientras deslizaba mis bragas por mis piernas colocandolas en su lugar, mi
cuerpo tembló de deseo ante su toque - Gracias.
Mordi su labio inferior
mientras rodeaba su cuello con mis brazos tirandome contra el.
- De nada, y para
responderte no me molesta, incluso, me encanta es un toque tuyo.
Sus manos fueron a mi
trasero dándoles un apretujon que me hizo reír encantada ante su descaro, rodee
su cintura con mis piernas mientras íbamos a la puerta y bajabamos las
escaleras directo hacia la cocina.
- Joder ¿podrías usar una
maldita cuchara?
- ¿Por qué lo haría?
- Estas dejando tus putas
babas por toda la miel ¿qué demo...¡Mase! ¡maldito cabron!
Algo atónita y en
totalidad divertida veo como se atacan en uno al otro con miel y lo que creo es
mermelada de mora, son como unos niños y la verdad es que me encanta que lo
sean ya que a pesar de todo son hermanos y entre hermanos hay peleas, ya puedo
decir que con mi hermanito las peleas eran el pan de cada día.
¡Y era jodidamente
divertido!
- ¡Por un demonio! - gritó
Reid mientras ahora cojia una funda y Mase otra.
Abrí mis ojos horrorizada
ante lo que era ¡harina! ¡ensuciarian todo!
- Oigan - murmuré llamando
la atención de ambos, quienes girando a verme que seguía en brazos de Terrell -
¿Qué creen que iban a hacer?
- ¡No me deja comer en
paz! - señala Mase a Reid quien le tira una mirada de advertencia.
- ¡Por que comes como un
cerdo! ¿acaso no sabes lo que es una cuchara!
- ¿Esto es de siempre? -
le pregunté al hombre sosteniendome.
- Lo es.
- Son tan lindos - murmuré
y al parecer los dos hombres me escucharon pues me echaron una mirada ofendida
yo sólo me encogi de hombros - Lindos lindos lindos, mis lindos.
Vi que les temblaban los
labios y supuse que querían sonreír a lo que al segundo soltando suspiros
rendidos me sonrieron dejando las bolsas de harina en su lugar, deslizandome
fuera de los brazos de Terrell.
Es hora de darles mimos a
mis otros dos hombres favoritos.
(….)
- ¡Es 100% Hotter! ¡ponlo!
¡ponlo!
Ghian me miró divertido
mientras ponía uno de mis programas favoritos, había sacudido su brazo cuando
vi que estaban dando...al ponerlo salió una chica de talla grande vestida de
manera ¿infantil? No se como decirlo pero llevaba una mochilita rosa, un collar
con un muñequito de un poni, botines blancos, una varita mágica rosada, su
cabello era largo y rubio con un lado de un rosa suave.
- ¿Por qué te gusta este
programa? - me preguntó Reid a mi lado, tanto Terrell como Mase habían ido a
bañarse -claramente en baños separados- mientras que Ghian, Reid y yo estábamos
en nuestra habitación recostada viendo televisión.
¿La hora? Se podría decir
que el sol ya había sucumbido al suelo y la Luna brillaba sobre nosotros.
- Pues, es un cambio de
look completo de las personas que se visten muy raro, miren a esa chica
claramente viste algo raro y ou, al parecer su novio es gótico.
Aunque a mi parecer el
chico era más emo, pelo largo hasta los hombros y vestimenta negra aparte de
los labios negros ¡venga! Un gótico es más extremo.
- Nop, es su prometido -
giré y miré a Reid - Tu eres más como el chico malo con los tatuajes cubriendo
tu cuerpo.
- Y te encantan - su
sonrisa socarrona sólo atrajo a la mia.
- Claro que me encantan -
deslize uno de mis dedos por su brazo derecho donde estaba más lleno de
tatuajes, todos en negro nada a color.
Y era una maravilla verlo
sin camiseta y sólo en un pantalón de tela que con un nudo se agarraba de su
estrecha figura, pero su abdomen era algo ilarante...algo que siempre me tenía
cautiva justo como ahora.
- El lápiz rojo es sexy en
algunas mujeres pero esta señora... - la voz de Ghian me trae de vuelta a ver
el programa, mis cejas se alzaron al ver a la mujer que ya se estaba quitando
el maquillaje.
Existe labial 24horas yo
había usado algunos y sacarse esa mierda fea de los labios era una travesía.
Una de la que no me
gustaba.
Una canción empezó a
sonar, y era una que reconocía, salte fuera de la cama yendo a mi mochila donde
la canción Byte de Martin Garrix asendia, urge en mi mochila y al encontrar mi
teléfono vi quien me llamaba sintiéndome aliviada.
Contesté.
- Hola Ma.
Girando regresé a la cama
con las miradas de mis dos hombres preguntándome quien era, formé con mis
labios la palabra mamá a lo que asintieron.
- Hola,
mijita ¿cómo estas?
- Bien.
No sabía si contarle sobre
mi actual estado, mi en absoluta no soltería junto con cuatro hombres, esta
preocupada de como se lo tomaría porque de todas las personas la opinión de mi
madre es sagrada...pero aunque ella viera mal esta relación no creo que si ella
diga que esto estaba mal yo sólo los dejaría.
No lo haría.
Nunca.
- ¿Por qué
siento que no me dices la verdad?
No creía en la magia de
las madres que sabían todo sobre sus hijos o hijas, pero mi madre conocía
cuando mentía y cuando decía la verdad...y en este momento eso no me ayudaba.
- Sucedieron
algunas cosas desde la última vez que me llamaste, ma.
Vi a mis chicos entrar
para salivar cuando Mase luego Terrell entraron con el pelo humedo...mire con
envidia a las gotitas que se deslizaban por sus marcados abdominales, Mase
abrió su boca para decirme algo pero Ghian le dijo con una seña que se
mantuviera callado.
- Sé que tu
papá te llamó.
- Supongo
que te contó que estoy de vaga y que aún no encuentro trabajo.
- Sabes que
si.
- Pues es
mentira, que no este buscando no significa que no lo tenga, en unos días
comenzaré a trabajar...asi ya no molestará más.
- Es su
dinero y sabes que no le gusta...
-
¿Malgastarlo?
Mordi mis labios mirando
hacia la televisión divertida al ver a la señora de labios rojos cambiada y a pesar
de todo no gustandole tal cambio.
- El quiere
que lo retribuyan por lo que da.
- Mamá, no
quiero hablar de el, no ahora no cuando estaba tan feliz.
- ¿Estás
saliendo con alguien?
Vi a ese
"alguien" notando sus ojos puestos en mi, sorprendida al verlos
mirarme preocupados.
-
Es...complicado, pero si he encontrado el amor y es muy verdadero.
- Mientras
creas en el, las cosas estarán bien, pero en algún momento deberé conocerlo ya
sea por Skype ¿lo sabes, no?
- Lo se.
Y para ese día espero
estés lista.
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