C A P I T U L O 21

 STEPS

CAPÍTULO VEINTIUNO


Peyton

 

<<...tu papá me ha estado llamando, ordenandome a decirle de qué hablabas cuando le colgaste, ya no se que hacer, hija, tienes que hablar con el pues ya sabes que aunque no soy alguien agresiva por tu padre eso podría cambiar....ya le he dicho que no te moleste además de que no ibas a venir a casa en tus vacaciones, eso sólo empeoró las cosas diciendo que dejaría de depositar la mensualidad de tu universidad...>>

 

Releo el mensaje que mi madre me envió hoy en la mañana, anoche le había contado sobre este viaje de improviso y aunque estuvo decepcionada al saber que no iba a verme en este cumpleaños me dijo que disfrutará cada segundo de ello ¿mi papá? No puedo ocultar que me ha estado llamando y enviado whatsapp ante cada segundo y eso se ha vuelto hostigozo como tambien me tiene nerviosa.

 

¿Sería capaz de dejar de pagar mi universidad por esto?

 

Sé que seré capaz de pagarlo con por lo menos ahorrar al máximo uno o dos años, pero en estos momentos no creo que pueda permitirmelo y el sólo pensar que perderé todo por lo que he soñado sólo hace que un bajón a mi ánimo sea más visible.

 

— ¿Cariño? ¿sucede algo?

 

Me echo hacia atrás con mayor fuerza de la que esperaba mientras la mano de Ghian antes posicionada en mi muslo era posicionada en el reposa brazos, tragué saliva mientras suspiran lentamente.

 

Todo este tema me tiene en un concurrido estado de alerta, salto cual saltamontes ante cualquier toque, y sé que ellos están más que preocupados.

 

— ¿Dulzura?

 

Frotando mis ojos dejo a Terrell leer el mensaje que mi madre a enviado no sin antes traducirlo, veo como su ceño se frunce ante cada palabra para luego de un rato apretar sus labios.

 

— ¡Pero que hijo de...! ¿cómo puede hacerte eso? ¿cómo se atreve?

 

Ghian pide leer el mensaje a lo que su hermano le entrega mi teléfono, deslizando mi lengua por mis labios observo su expresión como también la de Mase y Reid, al final todos muestran la misma expresión.

 

Atónitos, cabreados, preocupados.

 

— ¿Cómo puede tu papá hacerte eso?

 

— Tesoro — el tono de Mase es quien capta mi atención parece nervioso, al mirarlo veo que sigue con mi teléfono en sus manos como sus ojos clavados en el — ¿Por qué no quieres que tu papá sepa de nosotros?

 

— Porque el es un interesado.

 

La respuesta sale de mis labios de manera inmediata, el me observa sorprendido como se que hacen los demás ¿no es feo hablar así de tu propio padre? Lo es, pero la verdad aunque muchas veces trae paz hay veces en la que es más un tormento.

 

— ¿Un interesado? ¿Te refieres a que si supiera del capital en nuestras cuentas el quería aprovecharse de ello? — Reid se inclina en su asiento para que el cuerpo de Terrell no lo tape de mi vista.

 

Asiento.

 

Pero el niega.

 

— Nena, nosotros te amamos a ti, no a tu padre, ni que estuviera loco le daría algo de mi dinero.

 

— Ninguno de nosotros.

 

Veo de reojo a Ghian quien deja caer su mano sobre la mia, dejo salir un suspiro mientras le pido a Mase mi teléfono para guardarlo.

 

— ¿Qué si el interfiere diciendo que no quiere que estén conmigo?

 

— Ya eres algo mayorista por dejarte presionar por las órdenes de tus padres, pero ¿y si lo hiciera, tú nos dejarías?

 

— ¡Nunca! Dios, nunca los dejaría.

 

Y era más que la verdad.

 

— Dinos la verdad tesoro ¿por qué no quieres que tu padre sepa de nosotros?

 

Mordisqueo mi labio superior para mirar a cada uno de ellos, estoy preocupada y no se que hacer con este sentimiento.

 

— Lo que tenemos no es una relación normal.

 

— Claro que no.

 

— Algunas personas que nos han visto juntos no han echo más que lanzarnos miradas de desprecio y reproche.

 

— Lo vimos.

 

— No quiero decir que ello me importe.

 

— ¿Pero?

 

— Pero ¿han pensado en lo que sus padres diran? Puede ser que mi madre lo haya aceptado pero eso no quiere decir que deje de preocuparse por mi preocupada ante la idea de que fuera lastimada por ustedes, mi padre es otro lado donde la verdad no me importa si el sabe de lo nuestro, sonará duro pero no quiero a mi padre en nuestra vida, el es como un veneno y prefiero erradicarlo antes de que lo dejé contaminar nuestra vida.

 

— ¿Qué pasó para que hablaras así de el?

 

Veo de Reid hacia mis manos.

 

— Yo quiero a mi padre, lo quise mucho de pequeña cuando el era mi héroe, pero todo cambió cuando estuvo con otra mujer y nació un bebé, luego otro...una niña, ni siquiera es por las veces que me pegaba ni cuando le pegaba a mi madre, era más porque el dejo de ser mí padre decidiendo tener hijos con otra mujer.

 

— El te decepcionó — murmuró Terrell mirándome con tristeza — Y al parecer sólo siguió decepcionandote.

 

— No recuerdo haberlo querido con tanto afecto, sólo recuerdo el rencor, la decepción y por último dejo de importarme, yo sólo ya no lo quería en mi vida.

 

El reposa brazos a mi izquierda fue levantado mientras Ghian rodeaba mi cintura acercandome a su cuerpo colocandome en su regazo de costado para ver como Mase llegaba a mi asiento para acariciar mi muslo.

 

— A veces perdonar funciona — susurró Ghian en mi oído pero yo negué — Si no lo intentas no sabrás...

 

— Lo he perdonado más veces de las que crees, perdonado cada error que comete pero hace algunos meses llegue a mi cúspide, llega un punto cuando el perdón ya no es suficiente.

 

(….)

 

— Comportate.

 

— ¿Por qué?

 

— Porque si.

 

— Pero no quiero comportarme.

 

Gruñi contra su boca cuando empezó a besarme, Reid era alguien travieso y lo sabía muy bien...no le gustaba perder, y conmigo su jueguo muchas veces surtia efecto...como ahora.

 

Estamos rodeados de gente ricachona en primera clase, hemos estado volando por horas y horas, mi culo ya no soporta las comodas sillas, y pensé que sería buena idea intercambiar asientos.

 

¡Qué metedera de pata!

 

Había estado hablando cómodamente con Terrell sobre como eran las cosas en Oahu, donde nos recibirian sus padres y donde ibamos a alojarnos cuando este fue sacado de su lugar siendo ocupado por mi chico malo, él, me había dado esa sonrisa moja bragas para inclinarse a mi y empezar a toquetearme.

 

Y ahora me estaba besando ¡esperen! ¿cuándo se inmiscuyo esa mano debajo de mi camiseta? ¡quiere desabrochar mi brazier!

 

Inclinandome hacia el muerdo su labio inferior con fuerza haciendo que se eche hacia atrás retirando de mi boca su dulce labio, está rojito y su lengua lo está lamiendo.

 

— ¡Eso dolió!

 

Pude escuchar las risas de mis otros hombres, me encogi de hombros hacia el hombre refunfuñando delante mío.

 

— Tu culpa mi cielo.

 

— Pero sólo quería besarte.

 

Entrecerre mis ojos mientras el chupaba sus labios con una sonrisa tirando de sus comisuras.

 

— Querías desnudarme, lo permitiría si estuviéramos solos ¿pero aquí? — señalé toda la sala VIP para luego dejar a mi dedo sacudirse frente a sus ojos — Nada que ver, no soy las que muestran sus senos a cualquiera.

 

— Pero yo no quería verlos — lo miré intrigada para ver el proceso de cambio en su rostro serio a uno travieso — Quería chuparlos en mi boca, ver lo tiezos que tus pezones se ponían y tal vez averiguar si podrías correrte con esa sencilla estimulación, aún lo quiero.

 

Tragué saliva muy audiblemente haciéndolo reír a lo que lo golpee en su brazo.

 

— Eres malo.

 

— Eso no decias cuando...

 

— Queridos pasajeros en segundos iniciará el descenso hacia la terminal de Honolulu, les agradecería al ajustar sus cinturones y a las personas que están por los pasillos, por favor, regresen a sus asientos, muchas gracias.

 

Haciendo lo que la aero mosa pidió ajustó el cinturón lo más fuerte que puedo para al terminar sentir las manos de Reid comprobar que lo haya hecho bien, asiento hacia el cuando va por su cinturón, deslizo mi mirada hacia mis otros hombres algo un poco imposible ya que estoy plantada en mi asiento pero logre verlos, satisfecha al ver que estaban bien di un salto a mi lado aventurera y vi hacia la ventana a mi costado derecho.

 

Era una imagen gloriosa, aparte de la turbina en mi vista podía ver el mar y la línea de blanca arena rodeando sus bordes, como ese cráter ¿era un crater? Y con el atardecer a lo lejos hacia una imagen de en sueño.

 

El descenso empezó, el avión creo que se inclinó, eso no se bien pues no es de mi gusto viajar...pero cuando estaba por hiperventilar la mano de Reid cubrió la mia.

 

Aterrizando la azafata comunicó que ya podíamos comenzar el descenso, yo emocionada tiré del cinturón de seguridad para con aún la mano de Reid entrelazada con la mia caminar por el pasillo, Mase frente mío me dio una sonrisa, los demás iban detrás mío pero sentí otra mano agarrar la mia, Mase sujetaba mi bolso de mano mientras con la otra entrelazada nuestros dedos.

 

Caminamos saliendo del avión llegando a donde debíamos esperar por nuestras cosas y mientras lo haciamos estaba entre los brazos de Mase con mi espalda contra su pecho y sus labios en mi cuello haciéndome cosquillas.

 

— ¿Me llevarán a pasear?

 

— Por supuesto — me contestó Ghian mientras recogía una de mis mochilas, sólo traje dos, lo necesario y lo justo.

 

No quería venir con tanta cosa, y ellos sólo vinieron con una mochila diciendo que ya tenían lo necesario aquí. Por supuesto que les creí ya que al parecer los muy simplones también tenían una casa aquí que era sólo para ellos cuando vinieran de visita y ahora era para nosotros.

 

Debí haber hecho algo muy bueno en mi anterior vida para tener tanta suerte.

 

— No puedo esperar a mostrarte todo el lugar, no nacimos aquí pero aqui se siente como nuestro hogar — Terrell con su mochila se acercó a recoger mi última mochila.

 

— Concuerdo — murmuró Mase con su boca en mi piel, me removi entre sus brazos cuando un placentero cosquilleo recorrió mi espalda.

 

— ¡Mis nā keiki!

 

Dios santo.

 

Girando vi a la persona que acaba de gritar, no fue muy dificil ya que una señora tiraba de su pareja corriendo en finos tacones, la mujer llevaba un vestido de flores verdes y azules con su pelo negro y ligeros mechones grisaseos, la sonrisa en su rostro aumentó al verme. El hombre en si tenía el cabello gris, una altura a temer vistiendo una camisa que combinaba con la de su mujer junto a pantalones negros y sencillos tennis.

 

Eran una pareja peculiar.

 

Delicadas manos acunaron mi rostro sorprendiendome por completo ¿qué demonios? Vi el rostro de mi suegra mirando cada recoveco de mi rostro para luego soltar una risita infantil, ella era una mujer hermosa que sin importar la edad parecía joven y delicada.

 

— Un gusto conocerte, mis nā keiki me han hablado mucho sobre ti.


Anterior             -             Siguiente





No hay comentarios:

Publicar un comentario