STEPS
CAPÍTULO VEINTIOCHO
Peyton
Una semana después
— ¿Cómo que
te quitó el fondo?
Soltando un suspiro seguí
recogiendo mis cosas viendo de reojo como empezaba a vaciarse el aula y el
profesor nos veía con rostro malhumorado a los que quedábamos.
Quería que nos largaramos
ya.
— Lo quitó,
se fue, cero plata para pagar mi semestre.
— ¿Ahora qué
pasará? ¿te sacarán de la universidad?
— El
director me lo dijo además de que soy una muy buena estudiante, aún así debo
pagar el semestre en unas semanas o me sacarán.
— Sabes que
puedo ayudarte.
Hice una mueca al
escucharla, Dios ya sabía que me diría eso y lo peor de todo es que me costaba
mucho negarme a su ofrecimiento, pero no podía quitarle lo que ganaba como
sueldo...no podía.
— Lo se,
pero no te preocupes muy pronto me van a pagar y todo estará mejor.
Que mentirota más cabrona,
no me iban a pagar en el maldito trabajo nocturno en McDonald's ya que estoy
aprueba...no por haber hecho algo malo pero al parecer a todo personal nuevo
luego de un mes de prueba le empiezan a pagar.
Vaya mierda.
Y mi sueldo de la
cafetería no me iba a alcanzar, para nada, estaba agonizando en la superficie y
me sentía a días de ahogarme.
— Aún así
hablaré con tu padre.
— Mamá,
no...
— Lo haré y
nada de lo que me digas va a funcionar, no puedo creer que nos haga esto de
nuevo, siempre lo mismo, primero con tu hermano ahora contigo.
Con la mochila en mis
manos y el teléfono aún en mi mano estaba haciendo malabares con mis cosas
mientras salía del aula, temia a que todo se cayera.
— Y siempre
busca una excusa para hacerlo, te juro que esta vez va a escu...
¡Mierda!
Gruñendo vi cabreada mis
cosas en el piso, todas mis plumas rodando por el suelo como mi teléfono, a
este camino faltará poco para que ya dejé de funcionar, alli estaré
jodida...soltando un suspiro frustrada, cansada, sentía como el peso de todos
estos días caía en mi mientras me inclinaba a recoger mis cosas.
Vendrán mejores días, debe
haber...
Una mano aparece en mi
camino a recoger mi teléfono luego de haber guardado todo en mi mochila, no es
porque esté desconcertada de que alguien me ayude ya que mientras permanecía
echada en el suelo todo quien pasaba ni una mirada me daba...lo que sucedía era
que conocía esa mano, conocía ese tatuaje vislumbrado en su muñeca, la conocía
mejor que nadie.
Eso sólo trajo más pesar
en mi, incluso sentí mis ojos llenarse con lágrimas.
No, joder no ahora.
Tiré del teléfono en su
mano para levantarme y llevar mi mochila sobre mi hombro, pero me detuve para
decirle:
— Gracias — vi su rostro
notando que me miraba también, su rostro se arrugo en su frente mientras me
miraba preocupado.
— ¿Estás bien?
Escuchar su voz, la voz de
uno de mis ex-chicos, de mi Reid sólo hizo a mi corazón brinca de emoción ante
su preocupación hacia mi persona, aún así, sabía que era algo que debía detener
de inmediato.
Asenti mientras huia, si,
hui de el ¿por qué? Porque verlo, oírlo, era el peor de los males en este
mundo, ver a cualquiera de ellos era mi propio infierno...no poder tocarlos, no
poder amarlos como aún siento en mi corazón sólo hace a mi corazón sangrar ante
cada segundo.
No podía.
No quería.
Y aún así los amaba.
Lo escuché llamarme pero
no voltee ¿qué quería? ¿lastimarme? Eso ya lo hizo al creer dicha estupidez.
Lleve el teléfono a mi
oido recordando que mi madre seguía en línea.
— Lo siento
mamá, se me cayó el teléfono.
(….)
Me sentía cansada.
Luego de una semana de
trabajar en turno nocturno esperaba haberme acostumbrado a no dormir las horas
necesarias, ya que desde pequeña mis horarios de dormir no era los mejores,
podía dormir tres o cuatro horas y aún así tenía full energía al día siguiente.
Ahora todo era diferente.
Clases en la mañana,
trabajo en la cafetería, hacer las tareas y el trabajo nocturno para tener unas
horas de dulce, dulce, siesta al llegar a las 3am a mi habitación.
Pero no me había
acostumbrado, me daba mucho sueño...demasiado, al verme al espejo al instante
lo primero que vi, fueron las ojeras que me mandaba...como también el cansancio
plasmado en todo mi rostro, hice un nudo en mi cabello mientras me cubría con
mi abrigo más grande para así mantener un poco de calor mientras hacia mi
recorrido a la parada de autobuses.
Lo mismo de cada noche.
Mirando mi teléfono veo
que los minutos han pasado más rápido de lo que creía, si no salgo ahora voy a
llegar tarde y no puedo hacerlo, no ahora.
Salgo de mi habitación
cerrando con seguro mi cuarto así ninguna de las chicas entra a hacer una de
las suyas, veo a algunas mientras voy bajando las escaleras ellas sólo
cuchichean mientras ríen como locas "entre ellas" pero no me permito
prestarles mucha atención, no estoy para esto, al salir de la fraternidad me
estremesco.
Hace frío.
Pero ¿qué más da? Es lo
que toca.
— Peyton.
Me detengo y miro frente
mío para encontrarme con un pelirrojo y un rubio que conozco más que bien
¿primero Reid en la universidad, ahora Mase y Ghian en mi fraternidad? ¿por qué
vienen a mi? ¿qué quieren? O acaso...¿acaso vienen por alguien de aquí?
— ¿Qué quieren?
Sus bocas se abren pero
ninguno dice nada, y aunque quisiera burlarme o insultarlos por hacerme perder
el tiempo estoy más indefensa que cualquier otro día...tengo que irme.
Doy un paso hacia la
derecha.
— ¿Estás bien? Te
vez...cansada.
Dejo mi mirada caer en
Ghian quien huye de mis ojos mientras Mase mira fijamente el suelo.
— No tengo porque
contestarles.
Saco valentía y coraje de donde
puedo para plantarles cara haciendo que levanten sus caras para mirarme
sorprendidos, yo sólo dejo que vean mi cara de no soportar sus mierdas, no
ahora, ni nunca.
— Quan habló con nosotros.
Cerrando mis ojos por un
segundo esperé que mi mejor amigo tuviera seguro, porque iba a sacarle la
mierda de una patada en el culo, le pedí que no dijera nada...y si lo hizo
pues...que sepa que estaba avisado.
Abrí mis ojos.
— ¿Y?
Los vi tragar mientras se
movían nerviosos, inquietos...interesante.
— Nos pidió la grabación
de...bueno, eso ¿por qué? Acaso...— Ghian tragó mientras me miraba ansioso
dando un paso hacia adelante — ¿Acaso encontraron algo?
Entrecerre mis ojos.
— ¿Algo como qué?
Volvió a tragar saliva.
— Que tu no lo hiciste,
que no es verdad todo ello.
Tuve unas ganas de
golpearlo y mandarlo a la mierda ¿podía ser tan sinico?
— ¿Y eso a ustedes por qué
les importaría? ¿acaso no dijeron que eras pruebas más que suficientes? — ambos
me miraron con incredulidad, negué — Yo les dije que no era verdad, se los
repetí una y otra vez ¿usted que hicieron? Creyeron en algo tan estúpido.
— ¿Entonces, no es verdad?
Me encogi de hombros.
— ¿Acaso ya no nos amas?
¿no quieres que volvamos? Si todo eso era mentira...
— ¿Si todo eso era
mentira, qué? ¿piensan que volveré con quienes dudaron de mi al instante? ¿Con
quienes aun escuchandome decirles que no era verdad y diciéndoles lo mucho que
los amo prefirieron creer en otra cosa?
Mase dio un paso adelante.
— Detente, por
favor...solo queremos saber si todo fue mentira, queremos saber si nunca nos...
— Ustedes prefirieron
creer en ello, sigan creyendo lo que quieran — giré hacia la calle pero antes
los miré sobre mi hombro, porque el verlos destrozados hizo a mi alma agonizar
— Aún los amo, mucho, con cada parte de mi corazón...pero me han lastimado y ha
quedado una cicatriz.
Continue con mi camino
llegando justamente cuando el bus estaba por partir subi escogiendo un lugar
cerca de la ventana dejando que me lleve a mi trabajo, vi por la ventana que
aún seguían donde los dejé hablando entre ellos antes de que un auto que
reconocí llegara.
Terrell.
Volví mi mirada hacia
adelante esperando que mi corazón dejé de doler, hablarles, verlos, fue mucho
para hoy.
Al llegar a mi trabajo fui
reprendida por mi jefe por llegar cinco minutos tarde, para luego dejarme ir a
mi lugar agradeciendo a quien había estado haciendo mi trabajo.
— Bienvenido a...
No hay comentarios:
Publicar un comentario