STEPS
CAPÍTULO TREINTA Y DOS
Peyton.
Se veía tan lindo dormido.
O eso es lo que recuerdo
mientras me vestía lo más rápido pero silenciosa posible esta mañana, recuerdo
ver su espalda mientras su rostro acurrucado contra mi almohada y su brazo
estirada contra donde yo debería estar dormida asumía la foto más perfecta de
la vida.
Y si, lo capture en foto
con mi camarita preciosa.
¡Este día es uno para
recordar!
¿Y qué mejor que una
fotico?
Pero bueno, eso fue como
hace media hora y ahorita me encuentro subiendo al departamento que Dorian
tiene en un complejo, al parecer no le gustan las fraternidades y la verdad lo
entiendo.
No soporto a mis
"compañeras"
Saliendo del elevador voy
hacia la puerta tocandola reiteradas veces esperando a que la puerta sea
abierta, me esperaba de todo al venir temprano...como que tuviera a alguien en
su cama o en su sala.
— ¿Qué haces aquí tan
temprano?
No esto, está
pulcro...limpio como un maldito y blanco guante.
— ¿Por qué no luces bien
follado o bien borracho? — entre mientras el cerraba la puerta, podía oler
cafecito así que entre a su cocina.
— Estoy borracho, pero
ayudó tomar agua y una pastilla para no sentirme un zombie, estoy preparado
para estos momentos — se acercó a mi sirviendo café para ambos — Y la verdad no
estaba de humor para una follada casual.
Sople contra mi café antes
de probarlo, necesitaba como unas dos cucharadas y media de azúcar para quedar
perfecto.
¡Yiuk!
— ¿Y eso?
Se quedó mirando su taza.
— Acabo de salir de una
relación, no quiero hablar de ello.
Se hizo un tenso silencio.
— Pero cuentame ¿a qué se
debe esta visita? Tu eres más de despertar tarde luego de este tipo de fiesta.
Solté un suspiro mientras
caminábamos fuera de la cocina a su sala con suaves sillones para mi cansado
cuerpesito.
— Te venía a contar la
última.
— ¿Eh?
— Ayer cuando te gritamos
en el cuarto, por cierto disculpa por ello, Quan y yo llegamos a un plan...uno
que equivale tener a mis chicos de vuelta.
La galleta que estaba por
masticar se deslizó de sus dedos antes de recogerla.
— Lo siento, pero dime
¿qué planearon?
Deslize mi cabello hacia
atrás emocionada por contarle.
— Voy a hacer lo mismo que
ellos hicieron al comienzo de todo lo nuestro, los voy a sorprender en algún
lugar para...ya sabes, seducirlos.
— Anoche te fuiste
temprano.
— ¡Te diste cuenta!
Asintió mientras me
inclinaba a coger más galletas, estaban deliciosos su madre era una persona
asombrosa al hacer galletitas caseras y enviarselas.
— Pues digamos que
provoque un momento, y Reid fue quien me salvó de ello — bebí un poco de mi
oscuro brebaje favorito — Terminamos gritándonos en su auto y minutos después
desnudos entre mis sábanas mientras haciamos el amor, funcionó de maravilla.
Aclaró su garganta.
— Pero ¿qué haces aquí?
¿acaso se fue y despertaste sola?
Negué.
— Nada que ver, ese tambien
era parte del plan para poder tenerlos...debo hacerlos creer que vamos a estar
juntos pero al final los dejo y así logro confundirlos.
¿Era así?
Creo que no.
— Eso suena interesante —
dejo la taza en su mesita de centro — Me gustaría seguir escuchando sobre ello
pero, hombre, tengo un sueño que ya no aguanto.
Lo vi soltar un bostezo, a
lo que sentí vergüenza ¡que tonta soy! Es más que obvio que iba a estarlo
después del festín y más cuando está medio borracho.
Debo regresar a mi cuarto
ya que también tengo mucho sueño, estoy más que segura de que Reid ya se debió
haber despertado e ido a su casa-mansión.
Deje mi taza en la mesita
junto a la suya para levantarme.
— Tienes razón, soy una
tonta — me acerqué y besé su frente — Vendré más tarde y así nos pondremos al
día, tengo mucho que planear y necesito tu ayuda.
Asintió.
Sola salí de su
departamento escuchando la puerta cerrarse tras mio y sólo tras unos cuantos
pasos escuché mi teléfono sonar, tentada a no ver pero con las ganas rugiendo saque
mi teléfono aliviada al ver que era mi madre.
— Hola ma.
— Hola mijita, al fin contestas tengo algo importante que
decirte.
— De acuerdo, dime.
— Hablé hace unos días con tu padre y...
— Mamá, sabes que no quiero saber nada de él.
— Esto es muy importante, debes escucharme.
— Entiendo.
— Le recrimine por lo que había echo y sabes aunque en un
principio no le crei después de que me enseñara su correo como llamadas me
aseguró que el nunca cerró el credito a tu universidad.
Atónita me quedé en mi
lugar.
— Pero, los pagos...
— Los pagos se han hecho, todos al día ninguno con falta.
Dejé caer una mano en mi frente.
— No entiendo mamá, si papá no cerró nada entonces ¿qué esta
sucediendo? ¿por qué el director me dijo tal mentira? ¿estas segura de que el
no envió ese correo al director?
— Sabes como es tu padre, tu misma hiciste tu papeleo y nadie
más que tú sabría el correo del director, y ahora que lo digo ¿eso no es algo
que se debe enviar al correo del colegio? Digo, no es como si cualquiera pueda
entrar a la página de la universidad y obtener a si sin más el correo del
director.
En eso tenía mucha razón, incluso
al momento de registrarme tuve que poner mi correo y enviarlo a la secretaria
del director quien trabaja por medio de un correo dado por la universidad, nada
tenía sentido.
— Tu papá me dijo que el lunes quiere hablar con el director,
así que por favor consigue el número de su despacho o notifica a su secretaria
para así llamarlo en un momento que no esté ocupado, debemos arreglar está esta
situación.
— Si, lo haré mamá, gracias.
— De nada mi niña, disfruta tu fin de semana.
Cerrando la llamada analice
lo que me dijo, si mi padre no cerró la ayuda monetaria entonces ¿quién fue?
¿quien sabía el correo personal de director para hacerme está mierda? ¿y por
qué hacerme esto a mi?
Girando volví al
departamento de Dorian y así poder preguntarle si conoce a alguien que podría
saber el correo de su padre que también me conozca...
— Pues es tu culpa.
Me detuve al escuchar la
voz de una mujer dentro ¿estaba con alguien cuando yo lo visite? ¿por qué no me
lo dijo?
— ¿Mi culpa? Para empezar
perra idiota tu debías hacer bien tu trabajo al separarlos, pero al parecer
eres una estúpida para ello.
— ¡No me llames estúpida!
¡tu debiste ayudarme y decirle a tu puto padre que no me expulsara!
¿Expulsar?
No puede ser cierto.
— ¿Y perder su confianza?
No soy imbécil, pero esto tiene solución.
— ¿Ah si? Y cual es esa
mariconsito, no me mires así crees que no me daría cuenta de la forma en que
hablas de ellos ¡los deseas! ¡deseas ser su perra!
— ¿Algún problema si lo
quiero ser?
— No, pero...tienes a esa
metida en tu camino ¿qué vas a hacer?
— Va a contarme sus
planes, me cree su amiguito...estare un paso delante suyo y quizás pueda
advertirles a ellos de que intenta vengarse.
— Por favor, escuché la
mierda que decia, no te salió nada bien intentar sacarla de la universidad,
cosa que tal ves pasará pero aún asi la mosquita puede ser fea pero no
estúpida, va a usar todo su arsenal y por lo que se tú estas en desventaja.
— Cierra la boca.
— ¡Eres hombre! ¿en serio
crees que todos los hermanos Weaver van suplicar por tu polla cuando se nota
que adoran los coños?
— Ese es mi maldito
problema, ahora largate...no te quiero más aquí, eres inútil.
Dando un paso hacia atrás
me vi huyendo del lugar con aquella información, el elevador se abr io en el
momento exacto donde entrando golpee reiteradas veces el botón para bajar.
Joder.
Es Dorian.
Dorian es quien hizo toda
esa mierda y es por ellos, por ellos.
(….)
— ¡Ese maldito!
Golpeando la mesa con un
puño hizo casi regar el jugo de mora del vaso que aún tenía en su mano, Dust
quien estaba preparando su desayuno se acercó con este ya echo.
Ambos estaban sólo en
boxer pero por mi no había problema y ellos lo saben.
— Confiamos en el —
murmuró pareciendo dolido y se que lo estaba, era un amigo más para nuestro
círculo un círculo que se ha mantenido de dos desde hace un buen tiempo — Dios
Pey, confiamos en el como nunca ¿qué jodidos paso?
Removi la cucharra en mi
plato con omelets y baicon, tenía hambre por suerte está no había desaparecido.
— Paso que está enamorado
de mis chicos y hará de todo para quitarme de su camino.
— Ser tu amigo fue parte
del plan — me dijo Dust — Tener tu confianza y saber lo que harias, pero ¿lo de
la universidad y querer echarte? Eso...eso es mucho a mi parecer.
— Y lo es — dejando el
vaso en la mesita me señaló con su tenedor — Ese imbécil va a saber que con
nosotros no debe meterse.
Levanté una ceja curiosa
igual que Dust.
— ¿Qué tienes en mente?
Sonrió antes de meter un
poco de tocino en su boca.
— Ojo por ojo.
A N T E R I O R - S I G U I E N T E
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