C A P I T U L O 3

 STEPS

CAPÍTULO TRES


Peyton


— Para la siguiente clase empezaremos con lo práctico, aunque lo teórico es la base con la que empezamos nuestros simientos también es importante el como, con que y de cuanto debemos usar en...

Aunque la arquitectura es una base necesaria para diseño de interiores, no le veía mucho el interés a ciertas clases pero taller integral de arquitectura 1 se podría decir que es mi clase favorita, el profesor tenía una forma increiblemente hermosa al explicar cada contextura, cada detalle y cada forma de mejorar un panfleto y ahora que íbamos a entrar a lo manual...la cosa se iba a poner buena.

Era buena con lo manual, adoro construir con mis propias manos ¿qué mayor satisfacción que ver algo terminado perfectamente echo por ti mismo?

Era vigorisante.

Mire hacia mis apuntes, luego al profesor y luego la hora...no estaba impaciente por salir, pero si que tenía hambre pues anoche, anoche, no comi nada tenía un nudo en mi estómago un delicioso y frustrante nudo que no pareció irse hasta luego de la mañana.

Lo peor fue, que al despertarme y bajar desesperada por un delicioso desayuno me encontré con que habían hecho unos sándwiches con espinaca y tomate ¡tenía tanta hambre! Pero no exactamente de eso, por lo tanto rendida y con hambre había empezado mi día con el estomago vacio y era una suerte que hoy solo tuviera clases hasta las dos.

Y esta es mi última clase.

Conocía un restaurante disponible a mi bolsillo con una comida que hacia salivar mi paladar, y no podía ver la hora para encaminarme hacia allá.

Destellos de lo de anoche centellaron en mi mente haciendo mi pulso aumentar, Ghian Weaver, el nombre en si era un pecado y todo él un monumento que podría adorar para siempre. Luego de que dijera que mi apodo era por un dulce algodón que amaba...habíamos hablado un poco el uno del otro.

Me dijo que estudiaba administración de Empresas y marketing, sus demás hermanos también, claro que me dijo que los otro tres chicos de esa vez en el aula debían ser sus hermanos...adoptivos, no lo dijo ni recalcó pero a simple vista uno podia notar que no eran hermanos de sangre.

No me atreví a preguntar demás.

Le pregunté sobre el football a lo que me contestó que no era algo que pensaba hacer a futuro, era un hobbie que disfrutaba hacer pero lo que mas deseaba hacer en el futuro era llevar la empresa familiar a la sima, me preguntó sobre que estudiaba, cuando cumplía años y cual es mi sabor de helado favorito.

Por mala suerte Quan había terminado de hablar con Dust y me esperaba impaciente por contarme todo sobre su conversación con su amor y como no podía pasar por alto me hizo un interrogatorio intensivo sobre Ghian.

Le conté todo, menos el toqueteo que hubo entre Ghian y yo...y no hablo del que hubo al principio pues entre toda nuestra platica sus manos estuvieron algo traviesas, un toque en la cintura, un toque en mis labios, su cuerpo presionándose contra el mío.

Era una deliciosa tortura.

Aún no entiendo como es que pude dejarlo tocarme, desde que soy chiquita no he sido fan de los abrazos y mucho menos al toqueteo que conlleva un tipo de grado más intenso, dejemos algo en claro estoy abierta a tener sexo pero tampoco es como si fuera a entregar mi virginidad al primer idiota que me haga ojitos.

Tampoco es como si estuviera en busca de mi verdugo ¡Dios! Amo mi libertad, la he tenido desde hace poco y no estoy dispuesta a dársela a nadie, pero con Ghian es diferente algo en mi hace que desee ser suya.

Deseo tanto serlo.

El timbre suena sacandome de mis pensamientos por lo tanto recogiendo todas mis cosas salgo rápidamente del curso y cruzó volando los pasillo, parezco una loca ¿a quién le importa?

¡Tengo hambre!

 

(....)


— El número cinco ¡No! Mejor el tres ¿viene con pepinillos enlatados, verdad?

— Si.

Hice una mueca.

— Podría por favor sacarlos, no soy muy fan de ellos — la chica asintio para preguntarme si deseaba algo para tomar y aunque quería una soda me dije que agua estaría bien — Agua por favor.

Se fue diciéndome que en cinco minutos mi comida estaría lista, Carlo's se había vuelto uno de mis restaurantes favorito de toda la vida tres días después de haber llegado...hoy era el día de lasaña con una salsa adjunta de pepinillos con vinagreta de queso.

Se leia delicioso pero no era fan de los pepinillos y menos de los enlatados.

Mientras esperaba mi comida me decidí a andar un rato en mi teléfono, ya tenía algo de tiempo sin usarlo...la universidad absorve mucho de mi tiempo y que no se hable de las pruebas, deberes y ensayos.

¡Puff!

Uno no tiene ni tiempo para ver ni chicos guapos en Internet, menos por...

— Que agradable sorpresa, hola dulce algodón.

Levantando mi cabeza al reconocer tal apodo y esperando que sea quien creía que era pero me di cuenta de que no era Ghion, pero si era uno de sus hermanos, uno de sus muy besables hermanos...tiene los labios rosas, los ojos azules cual océano, el pelo dorado cual oro, tenía puesta una camiseta blanca muy sencilla y jeans que parecían colgar de su cadera, y a pesar de ello podia ver perfectamente que tenía cuadritos y una cintura envidiable.

Una cintura que podría rodear muy fácilmente con mis piernas.

— Hola — sonreí lo más amable que pude y el me devolvió una deliciosa sonrisa de dientes completos.

— ¿Puedo sentarme?

— Por supuesto, hay mucho espa...

Acercándose a mi se sentó justo a lado mío, tan cerca que podia sentir el calor emanar de su cuerpo como también el aroma a frutas tropicales que parecía inundar mi boca ¿piña? ¿sandía? ¿mora? Una combinación deliciosa.

— Entonces, supe que Ghian y tu tuvieron su momento — mis ojos se abrieron de estupor y horror ¿lo sabía? ¿cómo? ¿Ghian se lo dijo? ¿se lo habrá dicho a todos? Pero había algo en su voz algo escondido que hizo a mi monte de Venus hormiguear por atención.

— ¿En serio?

¿Habrá notado el temblor en mi voz? La curva de sus labios aumentó mientras se ponía de costado contra mi, para bajar su mirada a mi cuello donde segundos después estaba su rostro presionando mi piel.

Chille sorprendida y traté de empujarlo lejos, pero una de sus manos cayó en mi muslo y ese simple tacto mandó a mi cuerpo a un éxtasis que me hizo ronronear, algo húmedo paso entre mis pechos subiendo a mi cuello para arremolinarse en mi lóbulo chupando en el interior de su codiciosa boca.

— Dios santo tesoro, dijo que olias de maravilla y es tan malditamente cierto ¿pero tu sabor? No puedo tener suficiente.

Dejó mi lóbulo para bajar a mi cuello pasando su lengua por la unión de este con mi hombro, me arqueo contra el en busca de su calor de algo de piel, mis manos no se movían de su lugar y no se muy bien porque pe...

Alguien se aclaró la garganta haciendo que me sobresalte y abriera mis ojos, avergonzada vi que era la chica dejando mi comida.

— ¿Desea ordenar algo? — ella estaba sonrojada mientras esperaba, lloraba en mi interior de felicidad por no tener tal maldición.

El...aun no se su nombre, sacó su cabeza de mi cuello y apenas detuve el quejido que quería soltar de entre mis labios por la pérdida de su toque y calor, sus azules ojos fueron a ella y noté que aunque parecía calmado había un aura negra cubriendo sus ojos que miraban molestos a la chica.

— No, gracias — murmuró con un suave tono como el latigo.

Ella se retiró tan rápido como vino, él giró para mirar mi comida y luego a mi con una ceja levantada.

— ¿Lasaña?

— ¿Algún problema con ello? — me crucé de brazos retandolo a decirme algo, el solo mordió su labio y levantó sus manos rindiendose — Buen chico.

Volví a mi comida con el mirándome, cojo los cubiertos limpiandolos con la servilleta -vieja costumbre- para empezar a comer y en el primer mordisco pierdo el aliento, como también mis dientes muerden con fuerza el tenedor.

Sus dedos curiosos que antes estaban en mi muslo habían hecho su camino hacia la parte donde mi vulva está, cerré los ojos mientras masticaba lentamente.

— Es un gusto conocerte mi dulce algodón, soy Mase Weaver — susurró su voz en mi oido enviando una corriente por mi espalda — Ahora, vas a ser una buena chica y abriras tus cremosas piernas para mi.

El aliento se me atasco mientras tragaba y alarmada miraba hacia las personas que nos rodeaban, volví a mirarlo como si estuviera loco.

— Abre — está vez no pude negarme, y lentamente abrí mis piernas para acallar un jadeo contra mi mano cuando su dedo se deslizó entre mis labios hinchados.

— Shh, no hagas ruido ¿no quieres que nadie sepa lo que mi mano está haciendo en tu coño, cierto?

La simple idea de ser cachados aumentó mi excitación y el lo notó cuando me frote contra su mano, soltó una maldición para frotar con mayor impetu y cuando sentía que mis ojos se pondrían blancos por el placer mi estómago gruño.

Sus dedos se detuvieron para mirarme detalladamente, y luego su mano salió de entre mis muslos.

Empecé a negar.

— Por favor — rogue a lo que él se inclinó, pensé que me basaría pero plantó un beso sobre mi yugular haciendo que mordiera mi lengua.

— Tesoro ¿desayunaste?

Mordi mis labios mientras tragaba y negaba, su mirada me miró con un suave reproche.

— Debes desayunar tesoro, es algo importante que tienes que hacer por tu salud — traté de que no viera mi asombro ¿sabía sobre mi gastritis? — Venga, a comer.

Deslizó el plato de lasaña un poco fría hacia mi y con la mirada me incentivo a seguir comiendo.

— Me comportare hasta que termines de comer — lo miré mientras cortaba un trozo de lasaña.

— ¿Pero?

Me dio una mirada lasciva mientras sus ojos recorrían mi cuerpo, soltó un suspiro triste cuando dejó caer sus ojos en mi boca que se cerraba sobre el tenedor y mi gran trozo de comida.

— Pero cuando termines, seguiremos.

Mmm...


A N T E R I O R                 -                  S I G U I E N T E






No hay comentarios:

Publicar un comentario