C A P Í T U L O 5

NUESTRO DESTINO

CAPÍTULO CINCO


Kyra

07 de Julio, 2017

 

Despertar luego de haber encontrado a tu mate debería estar lleno de caricias, amplias sonrisas, besos juguetones y si no es mucho pedir sexo matutino, pero la vida era cruel conmigo, pues mi mañana era solitaria, el único beso que obtenía era el del patrón de la almohada en mi mejilla junto a las frías caricias de la sabana.

 

Abrazo la almohada enterrando mi mejilla mirando hacia mi balcón, así han sido mis mañanas desde que llegué a mi manada, mi padre.....Cole.....no me ha hablado desde el día que llegué y vimos el cuerpo desnudo del otro, me he alojado en la que era mi antigua habitación, todo sigue igual como cuando lo dejé, vacío, espero cambiar eso.....o tal vez no.

 

Me giro acostándome de espaldas para extender mis brazos de lado a lado y mirar la techo, el silencio es precioso, no me molestaría que fuera interrumpido ¿cómo pude creer que regresar a mis raíces sería lo mejor? Pasó mis manos por mi rostro restregando mis ojos para despertarme, se que lo mejor sería una ducha pero por el momento no, paso mi mano por la mesita de noche palpando a ojo ciego hasta dar con lo que busco.

 

Presiono el botón haciendo el brillo de la pantalla chocar contra mis sensibles ojos mañaneros, me quejo en silencio.

 

6:30am

 

Mi ceño se frunce a la par de que mis labios se tuercen en una mueca ¿Por qué no puedo dormir hasta tarde? Me he despertado a la misma hora desde que llegué y llega a ser fastidioso ¿Por qué a esta hora? Pues esta hora era mi hora matutina cuando vivía en New York, a quien madruga Dios lo ayuda ¿verdad? Y a mi me iba muy bien, claramente luego de mi muy abundante desayuno y una de mis bruscas despertadas, agua fría, esa ducha mas mi cuerpo caliente era como si me estuvieran haciendo un exorcismo ¡como la odio! Pero no era nada más que un cuerpo vago sin mi ducha.

 

El sonido de pasos cruzando mi puerta me ponen alerta, levantándome voy hacia esta abriéndola para ver la espalda de Devin, mi hermanito, el como que me escucha y volteando su cabeza me mira entre sus somnoliento ojitos.

 

La obvia imagen de alguien despertado por una alarma, créanme, ya lo he vivido.

 

— Buenos días — murmura con pereza a lo que divertida le sonrío, voy hacia el para darle un beso en su frente.

 

— Buenos días — le contestó para mirar hacia donde se dirigía — ¿Escuela?

 

Asiente con expresión de no querer ir.

 

— Venga, a bañarse cachorro — lo giro y empujó a lo que lo escucho bufar, se ve que no le gusta nada la idea de ir al colegio, pobrecito — Te propongo algo.

 

Me miró interesado.

 

— Si terminas de bañarte en menos de cinco minutos te haré un desayuno que lleve chocolate, mucho — sus ojos brillan llenos de emoción.

 

— ¿En serio? — pregunta emocionado.

 

— En serio — le aseguro y sin esperar ni un segundo más, sale corriendo al baño, río ante su emoción por el chocolate ¿cómo no divertirme? Pues ambos lo amamos con locura.

 

Bostezo pues aún tengo sueño pero una promesa es una promesa y estoy más que segura que Devin terminará de bañarse en menos de lo que esperaba, bajo las escaleras dispuesta a hacerle un delicioso desayuno pero que tenga chocolate no quiere decir que no será saludable, por algo estudié gastronomía y se que exactamente hacerle, cuando llego a la cocina voy hacia las alacenas, abriéndolas una por una en busca de mis ingredientes, harina para hotcakes, cocoa, vainilla, voy al refrigerador y busco lo demás, huevos, mantequilla, frutas, no encuentro lo más importante.

 

Reviso las demás alacenas buscando la nutella, para encontrarlas -porque son algunas- en un armario arriba y al fondo, saco un bol y un cucharon para mezclar todo lo que equivale la mezcla de hotcakes, no olvidemos la cocoa pues serán de chocolate, al ya estar pongo un sartén a fuego medio sin olvidar untar un poco de mantequilla, dejo que se caliente para sacar las frutas que necesitaré.

 

Fresas, plátano, kiwi, zarzamora, frambuesas....todas en una cantidad para, digamos cuatro personas.

 

Corto en rodajas las frutas dejándolas en un bol, luego tomó el bol con la mezcla para vertir un poco en el sartén haciendo su forma circular, el aroma de dispersa por la cocina la boca se me hace agua, escucho a alguien maldecir en el piso de arriba más unas rápidas pisadas yendo de un lado al otro.

 

Niego y sonrió divertida al saber de quien es tal apuro, colocó cada hotcake en un plato, me salen seis, creo que me pase con los ingredientes.....o eso quiero creer.

 

Pongo dos en dos platos para tomando el pote de nutella untar una buena cantidad en cada hotcake, lo dejo a un lado para tomar el bol con frutas y colocar un poco en cada uno, al ya estar cojo un borde y los cierro haciéndolos ver como si fueran tacos, tacos de chocolate y fruta, delicioso.

 

Lo escucho bajar.

 

Tomo dos vasos y vierto leche fría para quitar un poco lo empalagoso de cada taco.

 

— Eso luce....¡delicioso! — aparece delante mío vestido y con el cabello mojado, mira fascinado su plato cuando lo deslizo hacia el, se sienta para comer uno de los tacos y morderlo — Y shave tran reco.

 

Río al escucharlo hablar con la boca llena, le pasó una servilleta por la comisura de sus labios al ver como un poco de chocolate se desliza por allí, se sonroja para tomar el vaso con leche y beber un sorbo.

 

— Nunca había probado algo que hicieras, ¿esto fuiste a estudiar? — curioso me pregunta mientras da otro mordisco, copio su acción.

 

No está nada mal.

 

— Si, pero más a hacer platillos más elaborados — doy un trago a mi leche — Pero venga, háblame de ti ¿como te sentiste al tener a tu lobo?

 

El mira hacia su plato, deja de masticar y lo veo mirar triste hacia su plato, se que es por lo que le dije pero no se el por qué.

 

— Hey ¿por qué esa cara? — estiró mi mano para levantar su rostro, el me mira luciendo dolido.

 

— Soy un Omega — contesta como si sólo decirlo fuera una ofensa, lo observó sin comprenderlo — Se supone que al ser hijo del Alpha mi estatus debería ser Alpha, pero no lo soy, tú si lo eres vi tu loba y es increíble pero yo, soy una vergüenza.

 

— Oye ¿papá te dijo que eras una vergüenza? — el niega — ¿Mamá?

 

Se muerde los labios para tomando su vaso dando un sorbo para asentir, mi ceño se frunce.

 

— No se porque mamá te dijo eso, y sé que no me mientes, pero no importa lo que los demás digan de ti sino lo que tu creas de ti ¿Alpha? ¿Omega? No importa en cual posición estés mientras uno mismo no se haga valer por lo que es, he escuchado de Alphas que no son buenos para llevar el mando de una manada mientras que un beta y Omega muestran más valentía e inteligencia que uno — acaricie su mejilla mientras me miraba — Lucha por ti mismo, no dejes que nadie pisotee tu vida pues ellos son los que no pueden con la suya y andan tras de otros para sentirse superiores, eres mejor que ellos, ten en cuenta eso.

 

Asintió y orgullosa vi como su semblante cambiaba a uno más seguro.

 

— Gracias hermana.

 

— De nada — le sonrei a lo que el me copio mi acción hasta ambos estar riendo — Mejor comamos rápido o mamá aparecerá y no nos dejará comer en paz.

 

— ¿Y yo qué?

 

Nos miramos el uno al otro con los ojos abiertos, el con cara de ser cachado y yo con cara de fingida sorpresa, había captado su delicioso aroma hace minutos pero como mi hermano captó toda mi atención, decidí no decir nada.

 

— Pa-Papá...bue-buenos días — paso su lengua por su labios para mirar su plato lleno de pánico ¿yo? Me tranquilize y tomando mi taco le di un mordisco, el me miró sorprendido a lo que mirando hacia papá se sentó y volvió a comer copiando mi acción.

 

— Buenos días — su aroma cada vez estaba más cerca, dirijo mi mirada a el quien olimpicamente me evitó — ¿Es eso chocolate?

 

— Pues Kyra, ella pu-pues los hizo ¡están muy ricos!

 

— Un desayuno siempre debe contener proteínas y carnes para así mantenernos en buen estado, el dulce por muy rico que sea no es bu.....

 

¿Se está metiendo con mi comida?

 

— Alto hay — me levanté plantando mis palmas en la mesa, me miró sorprendido y yo altanera — Yo que sepa tu no está cualificado para saber que o como se debe alimentar a un cachorro, eso es mi hermano, además de un niño, yo si lo soy, pase años estudiando y ganando premios para saber como alimentar a quienes amo como para que tu vengas y critiques mi forma de cocinar.....

 

— Yo no quise.....

 

— Oh si que quisiste hacerlo y para que sepas ¡eso! — señale el plato medio vacío de mi hermano que no dejaba de comer mientras hablabamos — Además de chocolate contiene frutas y la masa con la que está cubierta es harina de trigo frita en mantequilla que es muy saludable, además de que está acompañada de un buen vaso de leche.

 

El se quedó callado, mirando de mi al plato y a mi hermano que se chupaba los dedos, sonrei divertida ante lo cómico que se veía haciendo eso, al notar que lo observabamos se rubórizo.

 

— ¿Qué? Estaba muy rico — se levantó tomo los platos para dejarlos en el lava-vajillas y acercándose a mi me dio un abrazo — Gracias por hacerme mi desayuno mamá casi siempre es quien me lo hace y entre nosotros, no es tan buena cocinando.

 

Aprete mis labios para contener mi risa pero el sabía lo que había causado en mi.

 

— Venga, al colegio cachorro — levemente lo empuje y el asintiendo se despidió de papá para tomar su mochila y salir de la casa.

 

Para ese entonces yo estaba lavando lo que había usado, pues ya había acabado de comer, y el se encontraba detrás mío, mirándome fijamente.

 

— ¿Me seguirás evitando? — gire para confrontarlo sonrei al ver que mis palabras lo sobresaltaron, removi mi cabello hacia atrás y dejé que mi aroma, ese que sé lo enloquece, salga de mi.

 

Sus pupilas se dilataron como tambien su cuerpo se tenzo, bruscamente volteó su rostro mirando hacia otro pasillo.

 

— No lo estoy haciendo — su voz sono tosca y seguia sin mirarme.

 

Me aleje del lava-platos para ir hacia el, sabía que el se tensaba cada vez más mientras me acercaba, pero el no se movía de allí y este era mi momento de empezar a tomar lo que me pertenece.

 

— ¿Seguirás negando lo que soy para ti?

 

— Eres mi hija, nunca.....

 

— Sabes a lo que me refiero — colocandome frente suyo note sus ojos brillar dorados contra mi, su respirar era jadeante, y su músculos brillaban bajo su sudor.

 

— Kyra, por favor — susurró soltando aire, pidiendo suplicando piedad.

 

Pero no podía tenerla.

 

— ¿Por qué nos haces esto? — coloque mi mano sobre su pecho, su cuerpo se estremeció bajo mi toque más una exhalación que salía de su boca contra mi rostro, su aroma me vuelve loca — ¿Por qué no aceptas está atracción, este deseo que nos une como mates? — deslizando mis manos por su pecho, totalmente desnudo, rodee su cuello pegando nuestros pechos — ¿No te das cuentas que me lastimas con tu rechazo? — había algo en su mirada que eriza mi piel, sus labios a milímetros de los míos eran una prohibida tentación.

 

— Kyra, yo no quiero......no deseo lastimarte — susurró dejando caer su frente contra la mia, sentí sus brazos rodear mi cintura juntando aun mas nuestros cuerpos — Pero debes entenderme, debes hacerlo, eres mi hija sangre de mi sangre, te vi nacer crecer...no puedo, esto es.....

 

Me solté de el alejándose de su cuerpo, herida lo mire y el dando un paso trato de alcanzarme pero se lo negué, eso hizo llegar una impotencia a su cuerpo y mirada.

 

— ¿Retorcido? ¿Crees qué no lo sé o si quiera lo entiendo? — paso mi mano entre mi cabello para soltar una risa, al verlo sólo con un largo pantalon de dormir y sin camisa ni zapatillas era mi sueño húmedo perfecto, eso sólo me lleno de diversión — Hace tres días llegué aquí en busca de paz, pero a penas llego el aroma más delicioso azota mi rostro, cuando te vi, cuando te vi y supe quien eras me horrorize y lo sabes pues me seguiste — mis manos van a mi cintura — Me viste desnuda como yo a ti, y se que te atraje a pesar de que supiste quien era, pero a pesar de todo a pesar de saber quien eras para mi, te acepté, y te haz clavado tanto en mi corazón que incluso podría decirte que te amo.

 

Da un paso hacia atrás mirándome con sorpresa.

 

— Si, yo te amo.

 

Mudo, miró hacia el suelo y temi lo peor al ver sus manos hacerse puño, el pánico creció en mi ¿sería capaz de rechazarme? ¿lo haría? No dijo nada por segundos donde me partía el alma al querer saber que haría.

 

— No se que hacer — susurra sobresaltandome — No quiero rechazarte, pero tampoco aceptarte, tu madre es mi mate ella es mi Luna, mi todo.....

 

Eso, fue un golpe bajo.

 

Lleve mis brazos rodeando mi cuerpo, el seguia sin mirarme, por mi estaba bien pues no quería que viera cuanto me han lastimado esas simples palabras.

 

— Y tu, Kyra — levantó su rostro y al mirarme sus ojos me vieron con lastima y dolor — Eres mi hija, mi hermosa Kyra, la luz de mis ojos y mi predecesora como Alpha, no puedo dejar a mi esposa....no por ti....ella es mi verdadero amor, lo supe en mi primera transformación, lo siento mucho hija.

 

Sin esperar a una respuesta giro para caminar hacia las escaleras y desaparecer de mi vista, cerré mis ojos dejando a mis lágrimas deslizarse sobre mis mejillas ¿cómo puedo soportar esto? ¿así sera por siempre? ¿de rechazó en rechazó?

 

No quiero eso, no lo quiero.

 

(....)

 

El área donde los guerreros de la manada se entrenaban era inmenso, nada parecido a lo que en mi vida pude haber imaginado, los hombres que pasan por mis costados me miran curiosos.

 

Ya saben quien soy y tienen curiosidad por mi, antes cuando era una niña no podía entrar aquí, no importaba cuantas veces rogara porque siquiera me dejasen ver como era ¿ahora? Ahora tenía el derecho a poder entrar y entrenar a mi gusto.

 

Y sabía lo que quería hacer.

 

Primero debí a encontrar a mis dos víctimas para el.....esperen.

 

Sus brazos rodearon mi cuello y otro mi cadera inmovilizandome, su aliento de perro en mi nuca erizo mi piel.

 

— ¿Qué harás gatita? — su voz sólo motivo mi venganza.

 

Mande mi cabeza hacia atrás logrando justo lo que quería, al él tirar su cabeza hacia atrás repeliendo mi ataque su agarre en mi disminuyó de fuerza, no le di tiempo para si quiera pensar, agarre sus manos torciendolas hacia atrás y tomando impulso lo alze en vuelo dando una vuelta para de una patada tirarlo contra unos observadores.

 

Sus quejidos no se hicieron esperar.

 

— ¿Dónde carajos aprendiste eso? — reí como loca al ver su rostro incrédulo, fui hacia el para tomar su mano tirando hacia arriba — No fuiste a aprender toda esa mierda de hacer comida ¿verdad? Muy inteligente gatita.

 

Golpee con mi palma su pecho haciéndolo reír, me acercó a el para rodear mis hombros con su brazo.

 

— Te extrañe mucho gatita, no sabes cuán jodido estuve sin ti ¡las travesuras eran jodidamente aburridas! ¿cómo demonios pudiste vivir sin mi ingenio? — rode mis ojos pero aún así no deje de sonreír.

 

Saud Crev a sido mi mejor amigo desde que tengo memoria, prácticamente nos criamos juntos porque nuestros padres además de ser mejores amigos también eran Alpha y Beta, y digo eran pues cuando teníamos doce su padre murió protegiendo nuestra manada de los vampiros, sufri por su pérdida casi tanto como Saud pues su padre era mi padrino y ya de por si miembro de nuestra familia.

 

— Espabila nene, no vine a hablar sobre mi vida — su aroma estaba esparcido por todo el lugar, gruñi molesta, me sería difícil encontrarlo y más cuando el lugar parece llenarse cada vez más.

 

— Me hieres gatita, pero dime ¿para qué soy bueno? — dramático para guiarse hacia no se donde.

 

— ¿Mi padre está aqui? — le pregunté sin dejar de buscarlo de un lado a otro, pero aunque su aroma parecía aumentar expinencialmente cada tanto no encontraba a quien pertenecía

 

— ¡Claro! El siempre está aqui ayudando a los nuevos cachorros, se supone que Devin también debería estar aquí pero considerando que es un Omega pu.....

 

Me detuve.

 

— ¿Mi padre....no lo....no lo deja entrenar?

 

¿Será posunos que Cole lo dejara de lado por ser un omega? ¡No! No creo que eso suceda ¡Devin es su hijo! Por lo tanto debe mostrarle a como defenderse.

 

— Aquí no ha entrado desde su transformación y créeme, yo vengo aquí diario, pero....— apretó mi hombro e impulso a seguir caminando — Como a veces iba a ti casa vi sorprendido como ambos entregaban en el patio de la mansión.

 

El alivio que recorrió mi cuerpo me dejó tranquila, lo mire y el a mi pero hizo una mueca, preocupada frunci mi ceño.

 

— Pero hace un mes que no entrenan, tu madre los vio — mira al piso lleno de coraje — Yo estaba viéndolos entrenar me gustaba ver como tu hermano se esforzaba al límite sin tomar en cuenta lo que decían de el, te hubieras sentido tan orgullosa de el pues la manera en que se lanzaba a atacar, que con cada raspon sólo aumentaba su deseo de ganar era increíble de ver, pero ella llego gritando que su hijo no tenía la fuerza para pelear que era y simple omega por lo tanto no merecía que tu padre le enseñará a pelear, desde ese momento no los vi entrenar más y tu hermano se veía cada vez más decaído.

 

Aprete mis puños al escuchar lo que me contó ¿como puede una madre decir eso? ¿dejarlo de lado sólo por qué es un Omega? ¿y por qué que demonios Cole dejo de entrenarlo? Esto no se quedaría así, hablaría con el ya no por nuestro "pequeño" problema pues ahora lo haría por mi hermano y si debia ir en contra de mi madre y de él yo misma entrenaria a mi hermanito, yo no iba a dejar que sucediera lo mismo que el día que llegué ¿acaso eso no fue suficiente para que le enseñara a pelear? ¿qué más debe pasar para que lo tomen en cuenta?

 

— ¿Dónde está el? — volví a preguntarle y el mirándome tiró de mi mano hacia unas puertas dobles.

 

El ruido fue lo primero que capte al entrar eran gritos de aliento, luego estaba el fuerte aroma de Cole sobre todos ellos y luego vi a Cole. Estaba dentro de un ring junto a otra persona que no reconozco, ambos se miraban fijamente como tambien sudaban sin parar.

 

— Hoy tenemos una visita de parte del Alpha Bogd ¿escuchaste que la Alpha Brefwanner destruyó al Consejo? — me preguntó sin dejar de ver al frente, negué ante su pregunta pues no había escuchado nada — Al parecer ellos la sacaron de su puesto cuando un exAlpha de cierta manada repudiada se los ordenó, luego de que su mate lo mató y ella asesinar a toda su manada, fue al Consejo y asesino a todos, no tuvo piedad alguna inclusive las amantes de todos tambien fueron asesinadas, la masacre fue a oídos de todos, pero lo más importante es que está buscando Alphas con gran fortaleza para que tomen el puesto de Consejo.

 

Mi mirada paso a Bogd que desconocía, no sabía de que manada pertenecía pero aún así no pase por alto su semblante, miré a mi padre quien no dejaba de mirar fijamente al tipo y lo entendí, estaban retándose con la mirada quien la bajaba perdía el respeto pero si ambos no lo hacía habría lucha y eso paso con ambos.

 

Empezaron a caminar hacia el otro.

 

— Entonces, el Alpha Bogd vino dese su manada para pelear contra mi papá para ver quien es el más fuerte y ganarse un puesto en el Consejo ¿verdad? — pregunté sin dejar de verlos, pues a mi parecer hay algo raro con ese sujeto.

 

— Exacto, hasta el momento han habido más de diez Alphas que vinieron, pelearon, perdieron y se fueron — me cuenta y yo asiento — ¡Joder! ¡Vamos Alpha!

 

Hice una mueca al ver como el puño de ese sujeto choca con una fuerza sorprendente el rostro de mi padre haciéndolo ir hacia atrás chocando contra las lianas, Bogd no pierde la oportunidad y lanzándose encima suyo toma a Cole del cuello para con su otro brazo empezar a golpear consecutivamente su rostro.

 

— ¡No!

 

— ¡Vamos Alpha Black!

 

— ¡Hijo de puta!

 

Las exclamación empiezan a subir de tono, la multitud empieza a enloquecer al ver a su Alpha siendo lastimado y peor que este no haga nada ¿por qué no se defiende? Miro fijamente el rostro de Cole encontrando su mirada perdida en el techo ¿acaso no le importa perder? La idea me llena de coraje, doy un paso para llegar a el pero Saud me detiene, lo miro y el niega diciéndome que no haga nada ¿cómo puede pedir aquello? ¡es mi padre! No, mucho peor ¡es mi mate! No puedo dejarlo sólo cuando más me necesita.

 

Desde mi costado pasan miembros de la manada que se encontraban entrenando y por lo que veo han escuchado todo este bullicio, sus caras al ver a Cole es lleno de estupefacción ¿cómo no estarlo? Bogd sigue golpeando y el sigue sin hacer nada, la impotencia en mi cuerpo aumenta ¿cómo ayudarlo? ¿que lo tiene así?

 

¡Debo ayudarlo!

 

De pronto mi cabeza zumba, es un dolor punzante, cierro mis ojos frotando en círculos mi sien para poder calmar tal molestia, el cuerpo me tiembla y no entiendo el porque. Al abrir mis ojos me sorprendo.

 

Me encuentro dentro del ring, a un costado de Cole y Bogd, la multitud sigue pidiendo por su Alpha y parecen no verme, mis ojos se abren sorprendidos al verme al fondo del salón veo mis ojos.

 

¿Qué demonios está pasando?

 

No dejo de mirarme, tocó mi rostro, la acción se copia tal cual espejo ¿pero que...

 

— ¡Tanta fama barata tras tu espalda! ¡Ya veo que a la basura le encanta darse aires de poder! — Bogd se echa hacia atrás riendo cual maníaco, mis puños se aprietan más mi cuerpo se tensa.

 

— ¿Lo dejaras hablarte así? — le pregunto pensando que no me escuchará, pero para sorpresa mía el se sobresalta para girar su rostro y mirarme sorprendido.

 

— ¿Qué demonios haces aquí arriba? ¡Vete de aquí! — grita moviéndose hacia mi señalando fuera del ring.

 

A pesar de escucharlo noto como todos los que nos rodean lo miran confundidos como pensando ¿a quién demonios le habla? Al parecer no me pueden ver, la pregunta aquí sería ¿por que? Y ¿como puedo hacer esto?

 

Pongo una mano en su hombro a lo que sorprendida noto que puedo sentir el calor de su piel, su sudor bajo mi palma e inclusive el inigualable aumento de su aroma.

 

— Creo que mejor no me hablas, al parecer sólo tu puedes verme — le aconseje pero me miró reacio.

 

— ¿A qué estás jugan.....

 

Una estruendosa y ronca risa lo interrumpe, ambos vemos hacia la persona que la hace.

 

— ¡Al parecer el Alpha Black a enloquecido! ¿a quién jodidos le hablas? ¿No me digas que mis golpes ya afectaron tus pocas neuronas? — antes parecía todo peligroso ¿ahora? Luce igual que un patán.

 

Como dicen, el título no te hace tu haces al título, ya veo cual es su destino.

 

— Se que soy jodidamente fuerte ¿me habré pasado contigo? No me disculpar ¡Joder no! Golpearte se sintió muy bien inclusive dese.....

 

— ¿Lo dejaras seguir ridiculizándote? — voltee a mirarlo notando que su mandíbula estaba tensa al igual que su cuerpo iba sanando ciertos cortes que antes no había visto.

 

— Largo de aquí — susurró y supongo que era para mi, pero al segundo que lo dijo se dejó recostar contra la liana, la imagen de alguien dándose por vencido.

 

Incrédula lo mire.

 

— ¿Qué crees que haces? — me coloque frente suyo, zarandeé sus hombros pero el parecía no hacerme caso — ¿Te dejaras vencer? ¿así de fácil y sin luchar?

 

El no respondió.

 

Me acerque tomando su mandíbula obligándole a verme.

 

— Eres un maldito cobarde ¿por qué lo haces? ¿no te das cuenta de lo que equivale a que tu pierdas? — ni parpadeo — Perderás la manada, todo incluida en ella, todo por lo que luchaste ¿dejaras que alguien más lo tome sin luchar? No volví para esto.

 

Di un paso atrás soltándolo pero el seguía mirándome.

 

— ¿Por qué no luchas? ¿acaso lo haces por lo que somos? — sus ojos se cerraron y me lo confirmaron — Pues perder no es la solución ¿donde quedó mi padre que luchaba por su manada? ¿en serio dejaras todo sólo por el embrollo en el que nos metimos? La manada no tiene la culpa y si bien Alpha te crees para hacerles eso, déjame decirte que un Alpha olvida sus propios problemas para ver los de los demás.

 

Escuche como Bogd corría hacia nosotros, hacia el, sus ojos estaban mirando el suelo.

 

— Estoy tan confundido — susurra para mirarme con cariño — Pero tienes razón en algo.

 

Me hago a un lado y sorprendida veo como Cole esquiva el puño de Bogd que se dirigía justo a su rostro deslizándose hacia abajo para tomando impulso con su brazo derecho tirar un gancho contra su mandíbula, tirándolo fuera del ring, noqueado.

 

La conmoción duro segundo para que luego las ovaciones se hicieran escuchar, todas llenas de alegría, yo tenía un sonrisa en mis labios. Se acercó a mi poniéndose a mi lado.

 

— Soy el Alpha, y nadie me quita lo que es mío.

 

Un estremecimiento fluctuó por todo mi cuerpo ante sus palabras ¿se refiere a mi? Sin darme una respuesta o escuchar siquiera mis preguntas por lo que dijo, se va.

 

Y yo vuelvo a mi cuerpo.

 

¿Cómo habré hecho eso?


A N T E R I O R              -               S I G U I E N T E


No hay comentarios:

Publicar un comentario