NUESTRO DESTINO
CAPÍTULO SIETE
Kyra
7 de Julio, 2017
—
¿Kyra?
La
sorpresa en sus ojos sólo me animó a seguir con lo que quería, y ya que habló
en voz alta mi yo que estaba sentada y comiendo levantó su cabeza en una clara
advertencia de que mejor se callaba y disfrutaba.
Volvió
a mirar su plato de comida y con su tenedor removerlo sin las ansias de probar
un bocado, me acerqué a el por la espalda deslizando mis manos por su hombro
para tomar entre mis labios la piel de su cuello.
Su
cuerpo se estremeció para soltar un suspiro que sonó más a un fuerte bufido
lleno de frustración.
—
¿Qué ganas con seguir rechazandome? — susurre contra su cuello dejando vastos
besos por su piel, su cuerpo estaba tenso pero aún así sabía que esto le
gustaba.
¿A
qué hombre lobo no le gustaria ser acariciado por su mate?
Sé
que él se niega a aceptarme pero tal como el lucha por rechazarme yo peleo
porque me acepte, ansío su toque ¿qué por qué lo torturo asi? Yo no lo torturó
por qué bajo toda esa máscara de indiferencia el placer, la lujuria luchan por
salir y tomarme.
Tambien
se que su lobo me deseaba y lo usaría a mi favor.
—
Se que me deseas, si no fuera así mi toque no te haría sentir tan intranquilo —
deslize mis manos de sus pectorales a sus brazos, estaba fascinada con lo duros
que estaban ¡Dios! Podía babear ante la perfección de su cuerpo.
Cuando
era pequeña soñaba con encontrar a mi mate, la forma en que me cuidaria, en la
que me besaria ¿ahora que lo he encontrado? No puedo decir que estoy feliz ya
que tengo el libre albedrío de besar y tocarlo cuando quiera y en parte lo
entiendo, es mi padre y que lo sea le trae problemas.
La
manada depende de su Alpha ¿pero el Alpha de quien depende? De su Luna, esa soy
yo y como yo lo soy mi madre dejó de serlo en el momento en que nací. No entiendo
el cómo ni el por qué sólo voy a luchar por el.
Tome
sus manos tirando de ellas alejandolas de su plato algo en el que el me hizo
trabajar, fueron segundos, para luego dejar caer sus brazos a sus costados cual
peso muerto, se había rendido pero no del todo.
—
¿Podrías mantenerlo quieto Brad? — hable a su odio pidiendo a su lobo que me
ayudará, su pecho se expandió para agachar su cabeza y mirarme de reojo con
advertencia — Por mi Brad ¿por fis?
Hice
un puchero que al instante tivo sus ojos brillando, cuando sus labios se
curvaron hacia arriva en una divertida sonrisa supe que lo tenía, el color
desapareció pero estaba segura de que no podía controlar su cuerpo.
—
Brad me acepta papi ¿por qué tu no? Acaso....— sali de detrás suyo para
haciendo su silla hacia atrás sólo un poco ponerme a horcadas suyo, su pecho
volvió a extenderse y sus ojos me miraron con impotencia, deslizar mis manos
desde sus abs a sus pectorales para rodear su cuello con mis brazos —....¿Acaso
no te parezco bonita?
Claramente
no me contestó
—
¿Cole? — lo llamo mi madre a lo que hice su cabeza voltear a mirarla — ¿Sucede
algo cariño acaso no tienes hambre?
Me
incline hacia el para dar un duro mordisco a su cuello que hizo a su cuerpo dar
un brinco, sus venas se marcaban y eran mis víctimas ¡su aroma es delicioso!
—
¿Cariño?
Me
acerqué a su oído.
—
¿Te gusta su aroma? — soltando un brazo de su cuello tome su mano derecha
haciendo que fuera a mi trasero, presione haciendo que estrenará uno de mis
glúteos, me removi sobre el notando lo duro que estaba — Sé que te encanta mí
aroma, sé que mí cuerpo te encanta, sé que al momento de follarla soy yo la que
te me imaginas gimiendo debajo tuyo, me deseas tanto como yo a ti.
Podía
escuchar el rápido palpitar de su corazón como también su vista fija en mi y
pude notar la dilatación de sus pupilas, me deseaba ahora su atención estaba
fija en mi y yo por un momento quise creer que cuando mi juguito terminase él
iría detrás mio.
Darse
esperanza no mata a nadie....excepto a sí mismo.
Tome
su otra mano posandola en mi otra glúteo y esta vez hubo un apretón de su
parte, quizás parte de Brad, pero no perdí mis ánimos.
Me
acerqué a su rostro dejando mis labios pegados a los suyos, quería alargar la
presión, profundizar nuestro "primer" beso, pero sabía que era
imposible y eso me entristecio...mucho.
¡No
podía besar como deseaba a mi hombre!
—
Te amo...— susurre deseando que no escuchara el maldito temblor en mi voz,
mordi mis labios —...Mucho.
Cerré
mis ojos para regresar a mi cuerpo, al hacerlo mastique un poco de mi pollo
intentando aparentar que nada había pasado, pero había pasado y ahora el hambre
había desaparecido ¡me sentía jodidamente deprimida!
Suelto
un suspiro para deslizar mi plato hacia mi tío que me mira agradecido pero al
notar mi rostro decaído su sonrisa desaparece para mirarme preocupado.
—
¿Peque...
—
Ya no tengo hambre, comparte un poco con Devin, buen provecho.
Sin
mirar a nadie me levante y camine unos pasos para irme...
—
¿Kyra?
Su
voz fue como un golpe pero sólo hizo que las ganas de salir corriendo
aumentara, lo amo, pero en este momento no soy capaz de estar en el mismo lugar
con el.
¡Merezco
ser amada!
(....)
12 de Julio, 2017.
Cuatro
días fueron lo que estuve huyendo de él, no quería hablarle, no quería verlo,
no quería olerlo, y era casi imposible cuando vivíamos en la misma casa.
¡Y
es una mierda tener que escapar de el!
Pero
él se lo busco y no estoy como para soportarlo pues lo de hace días fue como un
fuerte golpe a mi sensible corazón ¿algún día me aceptará? Inclusive ¿dejará a
mi madre?
No
lo veo posible Kyra y eso duele.
La
triste voz de mi loba sólo hace que me pusiera aún más triste, removi el café
recién tostado para inclinarme y oler ese maravilloso aroma, es sencillamente
un aroma que te hace agua la boca.
—
Tenemos que hablar.
Sobresaltada
me alejo del café para volear y mirarlo sorprendida ¿a qué hora se acercó
tanto? ¿cómo no puede oler.....¡el café! Ocultó muy bien su aroma permitiéndole
acercarse sin que lo supiera.
¡Mierda!
Veo
hacia mi costado viendo un modo de escapar y estoy segura de poder lograrlo, en
estos momentos es cuando maldigo de que no haya nadie en las mañanas ¿por qué
no tengo un maldito deber aquí? Claro, porque se supone que yo seré la próxima
Alpha y debo estar preparándome para ello.
—
Ni siquiera lo pienses Kyra, tu y yo tenemos que hablar — sabe lo que pienso
hacer por lo tanto se acerca lo suficiente para ponerme nerviosa.
Lo
veo con molestia.
—
¿Hablar de que? — altanera pero es como me siento.
Parece
sorprendido de que no me echase a chillar pero se recupera para mirarme serio.
—
Lo que hiciste el viernes no estuvo...bien y lo sabes — se cruzó de brazos a lo
que curiosa arquee una ceja.
—
¿No estuvo bien? Yo pienso que si lo estuvo y que a ti...— golpee sus
pectorales con mi dedo —...Te encanto, te sentí debajo mío, estabas duro y no
hay manera en el infierno de que puedas negarlo.
Se
movió incómodo para rascarse la nuca.
—
No se porque eres mi mate Kyra, el aroma de Isabel sigue gustandome, aunque....
— su ceño se frunce mirando hacia el piso, curiosa e interesada doy un paso
hacia él.
—
Aunque ¿qué?
Vuelve
su mirada hacia mi para soltar un suspiro y negar.
—
Nada — solté un bufido
—
Estas ocultandome jugosa información Cole — lo señale con mi taza de café para
verlo cruzarse de brazos.
—
Y si fuera así ¿a ti que te importaría? — me pregunta irónico a lo que sonrei
divertida.
¿Que
qué me importaría? ¿acaso perdio la memoria?
—
Me importa porque yo soy tu mate, mamá dejo de serlo hace mucho — me acerqué
dejando mi café en la encimera, con cada paso que daba su cuerpo se tenzaba —
¿Brad, quieres besarme?
Sus
ojos se abrieron con sorpresa y horror.
—
El no va a....
Sus
ojos cambiaron a ese reluciente ambar, su cuerpo dejó de estar tenso para
relajado caminar hacia mi y tomar mi cintura entre sus brazos, quizás estaba
haciéndolo de la forma incorrecta pero el pagaría por no tomarme y yo que estoy
tan dispuesta a dejarlo tomarme cuando y donde quiera.
—
Un beso tuyo nunca rechazaría mi diosa.
Su
voz era más ronca y tosca pero me encantaba y mi loba ronroneaba por su lobo,
deslize mis manos por su cuello.
—
Se que deseas a Vial pero sólo pasará cuando mi hombre gruñon dejé de rechazarme
¿me ayudarás? — delineo mi cuello con su nariz mandando todo mi cuerpo a
temblar.
—
He hablado con el, pero es un cabezota ¡no quiere escucharme! El te desea mi
diosa, te desea tanto — sus manos fueron a parar a mi trasero dándole un
delicioso apretón — Lo del viernes le fascinó muy a pesar de no haberse poder
movido.
—
¿Qué debo hacer Brad? — tirando de su cabello un gruñido salió de entre sus
labios mientras me miraba con amor y lujuria.
—
Sigue haciendolo tal como ahora Kyra, terminará por caer en tus encantos,
fuiste echa para nosotros además de que el instinto llama a aparearnos contigo
y muy pronto llegará nuestro turno — mordio mi labio para desplazar su lengua
contra la mia, abri mi boca gustosa por obtener un poco del sabor de mi hombre —
Yo te apoyaré cada vez que me lo pidas con esta boquita, a cambio sólo pido un
beso y que más que una que otra caricia.
Sonrei
satisfecha.
—
No pides nada imposible lobito mio, ahora besame — tiré de mi boca contra la
suya y el choque fue como una demolición.
Gemi
contra su boca, me estremeci ante sus leves mordisco y cuando su lengua penetró
mi boca no hice más que agarrarme de su cadera y devolverle el beso con la
pasión que mi corazón detenía cual prisionero, el empezó a ir hacia adelante
haciendo mi espalda chocar contra la puerta del refrigerador pero eso sólo me
hizo jadear cuando una de sus manos tomó mi muslo haciendo que rodeara su
cadera para está deslizarse sobre mi cuerpo y terminar sobre uno de mi pechos.
No
era un simple besito ¡estaba devorando mi boca! Y yo estaba ebria por su sabor,
tome su nuca y cabello tirandolo contra mi deseandolo en mi boca con mayor
agresividad y el parecio encantado ante mis deseos, me dio lo que quería más un
golpe a mi trasero, solté un gemido sobre sus labios y el un gruñido, pero el
maldito aire fue nuestro fin.
Al
separar nuestras bocas del otro a ambos nos faltaba la respiración, mis senos
chocando contra su pecho parecía tener su completa atención.
—
Eres un pervertido Brad ¡deja de mirar mis senos!
Salió
un gruñido de entre sus labios para levantar su cabeza y dejarme ver
sorprendida que el ambar se había desvanecido y un negro ocupaba su auténtico
lugar
—
¿Cole? — pregunté temerosa a lo que el asintió para mirarme mortificado.
—
No te puedo rechazar Kyra, no tengo el poder para ello pero tampoco te estoy
aceptando pues tu madre aún sigue siendo mi mu.....
Un
estallido detuvo sus discurso para alejar sus manos y cuerpo de mi y correr
hacia una ventana, tomando un profundo suspiro fui a su lado y vi sorprendida
como los lobos que pienso son los mismos de la otra vez atacan nuestra manada.
—
Quédate y no salgas.
Fue
lo que dijo para corriendo salir de la casa, lo vi transformarse y empezar a
matar a uno que otro lobo ¿quién se cree que es? Puede ser mi mate, mi padre y
mi Alpha pero no me iba a quedar con los brazos cruzados.
Corriendo
detrás suyo salí de la casa para transformarme y empezar a atacar a quienes se
metieran en mi camino, llegué al centro y vi a mi padre y a mi tío, lado a lado
protegiendo sus espaldas. Al momento que me vio apareció una arruga en su
frente para luego pasar al verdadero horror.
Lo
que luego sentí fue a mi cuerpo desplazarse sin una pizca de delicadeza por el
terroso terreno, me levanté en mis cuatro patas para ver a quien me mandó lejos
pero habían tantos lobos peleando entre ellos que me era imposible distinguir.
Un
lobo negro con un enorme rasguño atravesando su ceja fue quien se posicionó
frente mío, sentí su cuerpo intentando obtener mi sumisión pero lo siento amigo
hoy no tendrías suerte. Me tiré contra el quien al percatarse que no podía
controlarme echo a huir cual cobarde y en su camino empezó a aullar, los lobos
se detuvieron y huyeron.
Al
irse note en el suelo el cuerpo de varios hombres que desconocía, algunos de la
manada de mi padre y otra de ese lobo
—
¿¡Qué demonios crees que haces siguiendome!?
Cerré
mis ojos mientras pedia paciencia, volví mi cabeza hacia el quien me miraba
furioso.
—
¡Pudiste haber salido herida! ¡Maldita sea Kyra!
Oh
no, no creas que me va a soltar una de esas cuando no hice nada malo, mis
huesos empiezan a crujir mientras vuelvo a mi cuerpo de humana.
—
¡No salí herida papá! ¡calmate Joder!
Eso
pareció cabrearlo más.
—
¡No me vengas a levantar las voz jovencita! ¡eres maldita hija! ¡yo te di una
orden de quedarte en la mansión y como siempre no me haces caso!
Abri
los ojos sorprendida.
—
¿¡Debes estar bromeando!? ¡No iba a quedarme como una puta niña buena en la
maldita casa cuando todo esto sucedía afuera! ¿¡qué está mal contigo!?
Se
acercó a mi rojo y con las venas palpitando, su pecho ascendía y descendía con
rapidez como tambien de su boca salían ronco gruñidos.
—
¡Cuando yo te ordeno algo a ti más te vale seguir mis malditas órdenes! ¡Así
que deja de comportarte como una jodida niñita y vete a la maldita casa!
—
Pero....
—¡Ahora!
— levantó su brazo y señaló hacia la mansión — ¡Largo!
—
¡Imbécil! ¡Ahh! — cabreada le suelto eso más un grito a lo que girando corro
lejos de él.
¡Es
un maldito Imbécil!
¡Qué
se pudra!
A N T E R I O R - S I G U I E N T E
No hay comentarios:
Publicar un comentario