C A P I T U L O 8

NUESTRO DESTINO

CAPÍTULO OCHO


Kyra

10 de Julio, 2017.


— ¿Hace cuanto no veniamos aquí?

 

Deje mi frasada en el suelo para echarle un largo vistazo a la hermosura más grande que alguna vez vere en mi vida, el bosque rodeando BigValley no es sólo una fachada es todo un mundo de bellezas, los animales no faltan, los riachuelos nunca cesan de fluir.

 

No se como pero Saud me había convencido de retomar algo que el y yo haciamos de pequeños, carrera en descenso, ahora nos encontrabamos en la cima de la que nosotros llamamos la madre montaña...es grande, alta y cada yarda hacia abajo está revestido de cientos de árboles.

 

¿Cómo pude vivir en la ciudad? No me malinterpteten era mi sueño convertirme en una chef profesional pero el estar entre la maleza, desnuda y apuntó de dejar salir a mi loba se siente tan....normal.

 

¡Estoy emocionada!

 

Oh como olvidar que estamos tan emocionadas por una carrera entre lo que conocemos como la palma de nuestra mano y pata, Saud y yo encontramos este lugar cuando teníamos siete años...amabamos escaparnos de nuestras casa para recorrer todo el misterioso terreno que nos rodeaba, eran como nuestras más grandes aventuras y todas ellas con el hombre que está a mi costado completamente desnudo.

 

Exactamente, ambos estamos completamente desnudos y no es como si fuera algo fuera de lo común ya que cuando tomamos nuestra forma de lobo nuestra ropa se destruye y al volver a tener nuestro cuerpo humano estamos completamente desnudos, además el y yo hemos visto el cuerpo del otro desde siempre...sacando los años que estuve fuera donde claramente le dimos un nuevo significado a desarrollo.

 

Saud tenía un cuerpo de muerte, es guapo, caballeroso cuando se puede, un completo chiste en la mayoría del tiempo y un tarado de pies a cabeza, de acuerdo....tenia sus cuadritos y hace unos minutos me pude dar cuenta de que estaba más que armado.

 

Pero no era para nada mi tipo.

 

Mi tipo al parecer eran de los grandes, mandones, con experiencia y tercos como el infierno como....mejor ni hablemos de ello.

 

— El ultimo día que estuve aquí ¿recuerdas? — voltee mi cabeza a verlo a lo que el rio.

 

— Estaba siendo una completa mierda ¡Dios! Recuerdo rogarte de rodillas que no te fueras — pasó una mano por su cabello para echarme una mirada encolerizada que me hizo sonreír — Pero igualmente te fuiste ¡quiero que sepas que rompiste mi corazón en ese momento, justo aquí!

 

Palpo su pectoral izquierdo para mostrarme un falso dolor.

 

— Sabias que no soportaba estar más tiempo aquí, mis sueños debían ser echos y no los iba a lograr quedándome toda estancada aquí, papá me dio su afirmativa y al día siguiente me fui — lo señale a lo que hizo una mueca.

 

Soltó un suspiro para mirar la belleza del bosque.

 

— Aún no puedo creer que tu padre sea tu mate ¿cómo siquiera es posible?

 

— No tengo la menor idea.

 

— Eso es una mierda muy jodida Kyra — me miró preocupado — No entiendo por qué nuestra Diosa te halla echo esto, un primo se vería mejor ¿pero tú padre? Es como una maldición y más cuando tu madre sigue con vida.

 

— Lo se.

 

Había estado toda histerica el día que Cole me había gritado que me largase que lo primero que hice fue ir a donde Saud para charlar, cosa que hicimos luego de que él me prestara algo de su ropa, apenas y mi trasero había tocado la suavidad de su cama mi boca había sido descorchada haciendo botar todo sin ningún sentimiento de pena.

 

Al final el decirle algo a otra persona resultó hacerme sentir de maravilla, y mi mejor amigo parecía estar cerca de hacer corto circuito ¡pobre! Fue mucho para un día, cuando pensaba que no diría nada comenzó a hablar primero regañandome por no decirle nada desde un principio, segundo me retó por no haberle echo caso a mi padre cuando me ordenó quedarme en la mansión y por último me dijo que pase lo que pase el estaría allí para ayudarme.

 

— Muy bien, olvidemos todas esas cosas que nos joden a un lado y prepárate para lo que viene — se inclinó hacia adelante con un puño sobre la tierra, me mira sobre su hombro para darme una cosa llamada estado-de-mierda-donde-se-cree-el-supremo-ganador.

 

— ¿Tu inmintente derrota? — solté con burla hacia su persona haciendo que gruñera.

 

— Yived y yo estamos listos para patear tu pequeño culo gatita — tome su misma posición sintiendo mi cuerpo temblar de emoción.

 

— Uno...

 

Nuestros cuerpos empezaron a crujir por el cambio.

 

— Dos...

 

Sentí mi rostro cambiar y mi cuerpo llenarse de mi melena.

 

— ¡Tres!

 

Mis patas tomaron fuerza donde estaba para darnos velocidad, correr a través de los árboles era como mi segundo hogar, cazar era un juego de niños pero una carrera por ver al más rápido de ambos era una completa mierda.

 

¿Por que?

 

¡Porque haciamos jodida trampa!

 

Me tiré contra el haciéndonos rodar por el suelo, su hocico trata de agarrar un poco de mi pelo o piel pero le era imposible más cuando yo quería lo mismo....de pronto salimos volando, choque fuertemente contra algo que supongo es una roca mi espala sufrió todo el daño, solté un chillido para sin darme por vencida seguir corriendo...el también corria lo sentía detrás mio ¡el maldito quería morder mi cola!

 

Logre hacer que mi cola le diera un bofetedada al escucharlo gruñir con sorna, frente nuestro apareció lo que era nuestro primer desafío...el rio, tenía una idea de como cruzarlo sin mojarme pero debía hacer algo primero.

 

Con mis garras me plante a centímetros de este para ver como Saud en su forma de lobo pasaba a mi costado pensando que me daba por vencida, eché a correr cuando vi que saltaría y con toda mi fuerza salte sobre el impulsandome con su espalda haciendo que pasara ilesa del riachuelo.

 

No puedo decir lo mismo de el, quien terminó empapado hasta las orejas, bien echo.

 

Sabía que tomaria venganza por lo tanto di todo de mi para alcanzar nuestro segundo y último desafío, al llegar al final de la montaña los árboles estaban tan cerca que era una completa mierda correr entre ellos.

 

Alguien sólo lo lograría, pero ¿dos al mismo tiempo? Ni soñarlo.

 

Un fuerte aullido que reconocí como suyo hizo que apretara el paso, estaba cerca y me lo haría difícil. Un pinchazo atravesó mi espalda haciéndome tropezar con mis patas traderas y chocar contra unos árboles que atravese ¡dolía! Trate de levantarme pero me era imposible todo mi cuerpo sufría por mi espalda.

 

Saud estaba cerca y necesitaba su ayuda, emiti un chillido que cualquiera reconocería, quería cambiar a mi estado normal pero no podía...algo me lo impedía.

 

— ¡Kyra!

 

Apareció frente mío mirandome preocupado, trate de levantarme pero otro pinchazo recorrió mi espalda mandandome de hocico al suelo.

 

— ¿Qué sucede? — me preguntó a lo que lo mire para con mi hocico señalar mi lomo, el lo miró — ¿Tu espalda?

 

Se acercó para tocar haciendo que el dolor se duplicara y el maldijera.

 

— Es avedanio ¡jodida mierda debo llevarte inmediatamente con mamá! Ella sabra que hacer — sin dejarme procesar lo dicho me tomo entre sus brazos para correr devuelta a la manada.

 

(....)

 

—...deben ser más cuidadosos, saben que el monte Roder está prohibido por los cultivos de avedanio — la señora Fiorella era la curandera de toda la manada, había tenido su profesión de médico cuando era más joven y por lo tanto la gratitud de mi padre un millar de veces — Ya he quitado toda espina de tu espalda querida, ahora es necesario que sea untada esta crema sobre tu piel.

 

— ¿Qué es eso? — me encontraba recostada en la cama de Saud por lo tanto mirarla se me hacía algo difícil pero logre captar un vestigio de una especie de crema transparente en un frasco.

 

— Es una pomada que creé hace un tiempo, hará que el ardor en tu espalda se desvanezca poco a poco por eso debe ser untado todos los días, toma ponselo — le tendió el frasco a Saud quien lo tomo sin dudar — Pequeñas cantidades en pequeños círculos, presiona las almohadillas de tus dedos no las uñas.

 

— Entiendo ¿vas a salir? — le preguntó al ver que tenía prisa.

 

— En la mañana hubo un altercado, no se quienes eran pero algunos de la manada terminaron lastimados debo ir a ver como están — se acercó a la puerta y se marchó.

 

— Tu mamá sigue siendo tan atenta con todos — murmure contra la almohada.

 

Lo escuché bufar.

 

— Claro que no ha cambiado, a veces me gustaría pedirle que se detuviera y pensara en sí misma pero es tan terca — lo sentí subirse a la cama para ponerse a horcadas mío.

 

Cabe decir que estoy desnuda pero el está con ropa, sólo digo.

 

— Ahora tranquilizate, he visto poner esto a mi madre unas veces — dejé mi cabeza caer contra la cama mientras cruzaba mis brazos bajo mi cuello, al primera toque de sus dedos tocando mi piel fue como un cosquilleo que hizo picar toda mi espalda para luego de unos segundos sentir mi cuerpo en las nubes.

 

— Sabes...— emiti un gruñido, no podía ni quería hablar estaba entumecida y me encantaba la sensación — Podría decirles a todos mis amigos que he tenido a la hija del Alpha Black debajo mío mientras le daba un masaje, rayos me haría tan popular.

 

No moví ni un músculo, sabía que no lo haría.

 

— Podrías, pero no lo harás — mi voz se escuchaba ronca y pesada.

 

— Mi madre sigue esperanzada a que algo se de entre nosotros, como si eso fuera a pasar ¿por qué todos piensan que somos pareja? — preguntó sin dejar de masajear mi piel, inclusive sentía una mano suya en mi glúteo pero no dije nada, confio en el con mi vida.

 

— ¿Quizás por que eres al único que permito acercarse tanto a mi? — le dije a lo que soltó un suspiro.

 

— Una vez pensé que seríamos mates, imaginarlo era tan anormal no podía verte como algo más que mi mejor amiga, los demás toman más de nuestra amistad que nosotros — me dio una palmada en mi trasero haciendo que soltara un grito sorprendida.

 

— ¿Por qué demonios me zurraste?

 

— Porque quería y puedo ¿te gustaría otro gatita? — podia sentir una de sus manos sobre mi glúteo.

 

— No te atre....¡maldición Saud! — me dio unos cuantos golpes pero no podía hacer nada mi cuerpo era una masa inútil lo único que podia hacer era moverme cual gusano — ¡Basta!

 

El se detuvo a lo que lo escuché reír y copiandolo hice lo mismo, mi sien pulsaba con un ligero dolor.

 

— Eres un bruto — solté en un gruñido esperando sonar amenazadora.

 

— No diria nada contra quien tiene tu culo a su total disposición — me calle a lo que él soltó una de sus molestosas carcajadas al verse victorioso.

 

— ¿Kyra?

 

Mi cuerpo se tenso de pies a cabeza al oír aquella voz, mis ojos fueron a parar donde está el mirando de Saud que seguía encima mío a mi persona...sus ojos eran un pozo negro lleno de agrio coraje.

 

Supe que Saud no lo podia ver por lo tanto algo había llamado a Cole a este momento.

 

— ¿Qué demonios haces desnuda y con Saud sobre ti? — su voz era tosca, furiosa, estaba cabreado y por un momento me pareció ver esperanza a lo nuestro — No puede ser que luego de tres días fueras con tu amigo para revolcarte con él.

 

¿Qué en el infierno había dicho?

 

¿Me está tratando de puta?

 

¿Con qué jodido derecho viene a decirme eso?

 

Para mí bien decido ignorarlo, algo no muy adulto de mi parte pero estaba con los insultos en mi lengua.

 

— ¿Terminaste con mi espalda o vas a seguir azotandome? — trate de sonar lo más doble sentido que pude, tal vez los celos eran una buena señal.

 

— ¿Qué carajos?

 

— Gatita, tu culo esta rojo y tu espalda se ve mejor — me di la vuelta dejando mis pechos a su completa periferia, el los miró un segundo para verme al rostro con una gran curiosidad — ¿Cuándo fue que te salieron pechos mi plana gatita?

 

Solté un bufido nítido y el Cole fantasma un gruñido.

 

— El mismo día que a ti los músculos, venga, aprovecharé que estas en todo masajista — palpe mi cuello y luego señale mis pechos y abdomen — Dame un masaje de primera quiero salir de aquí cual nube satisfecha.

 

— Maldita sea Kyra, no hagas esto.

 

— Tiene suerte de que aún halla un poco de la crema — miró el frasco y luego mi cuerpo — Seh, alcanzará pero luego debes ayudarme a buscarle a mamá las plantas para esto ¿echo?

 

— Echo.

 

Ahora estaba a horcadas mío, sobre mi monte de Venus ¿pueden creer que aunque este desnuda no luce ni un poco nervioso o si quiera su pene a cobrado algo de vida? O el hombre es todo un santo que me cree su hermana o ya tiene su ojo puesto en alguien.

 

Mire de reojo a mi mate quien me devuelve la mirada con ojos rojos y caninos fuera, parece a punto de echarse a matar, las manos de Saud iban de mi cuello a mis hombros por el contorno de mis pechos a mi abdomen para terminar en mis pechos y repetir.

 

— Tu mate será bendecida por alguien que sabe dar buenos masajes — le dije a lo que sentí su cuerpo tenzarse y darme una mirada triste.

 

— Tengo algo que confesarte — susurró para dejar sus manos a los lados de mi cabeza se inclinó hacia mi, dejando caer su frente contra la mia mientras su cabello creaba una cortina que seguro no dejaba ver a Cole.

 

— ¿Qué es? — dejé caer mis manos en sus hombros, se mordió el labio indeciso — Saud sabes que puedes confiar en mi.

 

— Lo se Kyra, lo sé — soltó en un pesado suspiro para mirarme y tomar aliento — Lo que pasa es que mi mate es Devin.

 

Parpadee sorprendida.

 

— No puede ser — el miró hacia abajo creo que me malinterpreto — ¡No puede ser!

 

Dejando el estado de nube a un lado me levanté poniéndome a horcadas suyo para tomar su rostro y besarlo por todas partes, menos la boca ¡oh vamos la boca también! Un pico no mata a nadie.

 

— ¡Dios mío! — saltaba sobre su regazo completamente feliz de que mi hermanito tuviera a alguien tan especial como mi mejor amigo cuando de pronto escuché...escuchamos un rugido digno de un Alpha, mire a mi costado ya no encontrandolo allí.

 

Al parecer el Alpha está de caza.

 

Y algo me dice que viene detrás mio.

 

— Debo irme.


A N T E R I O R            -            S I G U I E N T E


No hay comentarios:

Publicar un comentario