E P Í L O G O

SO TIED


E P I L O G O

ALDRAN

Tres meses después

- Vendrán nuevas oportunidades, lo puedo ver.

Etal, mi amigo sentado frente mío soltó un bufido al escuchar lo que un Valariano cerca nuestro decía con regocijo mientras dejaba caer lo que le quedaba de su bebida en su boca.

- Yo puedo ver lo ciegos que están - murmuro con un gruñido mientras levantando su brazo pidiendo así otra bebida - ¿Por qué no entienden que todo esto es una mierda, un engaño?

Lo entendía muy bien.

- ¿Crees que la alianza con los Drakani es una mierda? - Tegal le preguntó pareciendo confundido - Estás tú mal si...

- No hablo de los Drakani - me estiré para agarrar mi bebida apretando con delicadeza su az - Son los Va'Agdas los que no me tienen tranquilo.

Mi control se deslizo una mínima de segundos de mi agarre por lo que consecutivamente el az de la copa se partió enviando a mi bebida caer sobre la mesa.

- ¡Por Varal!

- ¡¿Que jodidos te pasa hombre?! - me preguntó exaltado Etal mientras tanto el como Tegal saltaban hacia atrás de sus asientos.

Despache a la camarera que venía a recoger mi desastre tras quitarle el fino paño, dejé caer la tela sobre el gran charco que se había hecho para mirar a los oficiales de mi nave.

Mi piloto.....Tegal.

Y mi sargento en armas....Etal.

Pero sobre todo mis mejores amigos.

- Estoy preocupado - me acomodé en mi asiento molesto al tener que explicar mi reciente actitud, pero es algo que no puedo evitar, estoy tenso, nervioso....demasiado preocupado por mi imeth - Estoy molesto por no poder estar con el en este momento.

- Sabemos que su presencia era mas que necesaria, ya que el prácticamente creó la cura - argumentó Tegal diciéndome algo que realmente ya sabia.

- Hombre, estarías igual de preocupado si a pocos meses de haber completado la unión esto apareciera, que el Rey pusiera a disposición de quien necesite la cura no fue...

- Todos entendemos que fue un acto cobarde de su parte - agregué encogiéndome de hombros sin importar que las demás personas a mi alrededor escuchen mis palabras, pero estaba en mi limite - Los Va'Agdas pidieron una alianza con nosotros cuando encontramos la cura para lo que ellos mas usan al momento de querer derrumbar una especie, y nuestro Rey en vez de presentar un firme frente...

- Fue y nos vendió - terminó Etal con un gruñido en su boca - Ahora, el imeth de nuestro capitán se encuentra en una reunión con aquellas basuras, los Drakani y concejales esperando llegar a un acuerdo.

Tegal hizo un sonido con su boca.

- Esa es una muy mala combinación - negó - Empezando con la personalidades de los Drakoni, son unos tipos duros de tratar ¿no estaban ellos detrás de una embarcación cuando cruzamos el sector Doil?

Etal se estremeció y yo hice una mueca.

- Trato de no recordar ese sector.

Miré hacia un costado donde había un qioz reproduciendo la llegada de cuatro Va'Agdas y un grupo armado de Drakanis, la bienvenida había sido preparada con antelación y sumo cuidado, recuerdo haber estado a un costado de mi compañero mientras los generales de cada especia se acercaban a saludarnos.

- Pero como decía, solo cosas malas saldrán de esta alianza - murmuró Etal mirándonos.

- ¿Kahol te dijo cuando terminaría y de que hablarían? - me pregunto Tegal haciendo que suelte una risa nada divertido con la respuesta que debo dar.

- Puedo ser su compañero, y el puede querer o desear contarme las cosas, pero estamos hablando de mi imeth quien es el sanador en jefe, esta en un rango superior al mio donde hay cosas que yo no debo saber, como donde y de que tratará aquella reunión.

Recuerdo el día que nos notificaron de ello con rencor.

Habíamos ya consumido nuestra unión y habíamos tenido muchas vueltas de nuestro sol cuando el había sido llamado por el mismo Rey de todo Valar, al principio había estado sorprendido y algo entusiasmado de que mi increíble imeth haya sido llamada.

Esperaba que por su creación de la cura mas que efectiva contra el hia le dieran algún reconocimiento, estaba preparado para felicitarlo por lo que quedaba del día enredados en las pieles de nuestra cama, pero cuando volvió su tez estaba pálida mientras maldecía a viva voz de lo cobarde que el rey era.

Así me había enterado que mi compañero, mi imeth debía ser parte de la unión de los Va'Agdas a nuestro mundo, ya que ellos pidieron de la manera mas amable a nuestro rey que le otorguen el conocimiento de la cura, para así poder ayudar a otros mundos.

Pura mentira.

Todos en la galaxia saben quienes son los principales seres en usar el hia para la intimidación como aniquilación de algún planeta que no sigue sus reglas, los Va'Agdas eran temidos por el interminable grupo de dones que integran como se desarrollan en su especie, temidos por todos, incluido nuestro rey.

Yo temía por mi imeth.

KAHOL

Eso pudo haber ido peor.

Nuestro sol estaba ya cayendo cuando la reunión de este día había llegado a su fin, y había estado más que agradecido por aquello ya que las cosas habían estado mas que tensas.

Y no era como si esperara una tranquila reunión entre seres que han tenido una enemistad que transcurre eones atrás, los Drakanis y los Va'Agdas eran representados por un mismo adjetivo, poderosos, como temidos.

El poder de la bestia que escondía un Drakanis en su cuerpo, además de las características físicas que a simple vista uno podría saber que pertenece ante tal temible clan, eran para temer pero la persona que había sido enviado para representar a los Drakaris era un espécimen que había llamado mi atención como curiosidad.

Había escuchado que estos eran capaces de convertirse en aquellos seres que resguardan en su interior, y entre mas lo hacían el color de este se iba reflejando en su cuerpo de dos piernas, quien había llegado a Varal se llamaba Voat Kurh, parecía medir mas de dos pies en un estado que parecía estar entre la transformación a su bestia y la de dos piernas, escamas doradas recubrían sus brazos como partes de su rostro, ojos dorados que brillaron amenazantes ante las burlas musitadas por el líder Va'Agdas que parecía querer tener una reacción del Drakani.

Algo que por suerte no pasó.

Por otra parte aunque el líder Voat mantuvo una actitud estoica, el lider Va'Agdas fue lo contrarío, era mas menudo que el contrario pero aun así podía sentir el intenso poder que su menudo cuerpo resguardaba, cada uno de ellos nace con un don diferente que el de sus progenies, pero con un poder mayor, por eso para ellos el reproducirse es un acto importante.

El robar mujeres de diversos planetas es algo de ellos.

Hubo incluso un momento en que el Va'Agdas había dicho que estaban buscando mas mujeres Drakani ya que las que tenían estaban demasiado viejas, vi con temor como el dorado resplandecía en las pupilas del Drakani, este lo había mirado de reojo para volver a mirar a mi rey quien aun a pesar de estar en una situación que el mismo se lo buscó, no parecía estar nada tranquilo ni satisfecho, su tono aunque fue moderado hubo momentos en el que su firmeza flaqueo.

Siempre era cuando se tocaba el tema de los Va'Agdas atacando planetas.

Ahora.

Estirándome entre a mi casa, casa que nos fue regalada por el padre de mi imeth desde nuestra unión, no puedo quejarme de ella ya que es un lugar enorme, muchas habitaciones, era obvio cual era su propósito al darnos un lugar tan grande.

Me detuve a ver hacia una de las ventanas donde se veía a todo Varal.

Teníamos mucho tiempo Aldran y yo para poder fortalecer aun mas nuestra unión, decidimos esperar para empezar a tener descendencia, por lo menos hasta que consigan un nuevo capitán para Vassaria, la nave que le fue dada para recorrer galaxias.

Y aun asi...

Miré hacia mis manos.

No creía estar preparado para compartir a mi imeth cando lo he tenido por tan poco tiempo, soy el sanador en jefe, y se supone que cada unión debe empezar con su descendencia a los cinco meses de haber realizado correctamente la unión, pero no estaba listo para ello, se que en algún momento quiero crear yo mismo a nuestros hijos, pero...

Lo quiero para mi.

Todo para mi.

Seguí mi camino hacia nuestra habitación donde sabía lo encontraría, al entrar miré fascinado el cuerpo semi desnudo de mi imeth, estaba recostado en nuestra cama con simplemente un pantalón holgado y por lo que mis ojos veían, no había nada debajo de estos.

Me lamí mis labios con la necesidad de besar y tocar picando en todo mi ser.

- ¿Todo bien en la reunión? - me preguntó abriendo sus ojos, me descolocó por medio segundo su pregunta y no la entendí al instante.

Luego solo me encogí.

- Parcialmente bien - le di evasivas, ya que no quería hablar de eso cuando lo tenia así en nuestra cama, pero también porque no tenía permitido hablar de lo que pasó en la reunión con el aunque sea mi imeth, ante todo soy el sanador en jefe.

No importa lo mucho que quiera contarle hasta lo mas mínimo.

- Parcialmente ¿eh? - me dio una larga mirada cuando me quite las ropa que el mismo había escogido para mi el día de hoy, dejemos de lado que me mando con uno de sus trajes que me protegerían de cualquier ataque.

Mi imeth se preocupaba por mi y ya que el no podía ser parte de la reunión para cuidarme como el quería, me mandó con algo que pensó me haría medianamente indestructible.

Cuando estuve desnudo fui hacia el, no me detuve en preguntarle sobre su dia pues sabia lo que había hecho, ya que me dijo que haría en la mañana, me subí a la cama yendo hacia el necesitado por su toque, por sus besos, su amor, lo necesitaba como un loco sediento de placer.

Pero mas...de el.

Colocándome a horcadas suyo acaricie su desnudo pectorales hasta donde los duros cuadros de su abdomen me esperaron, sus ojos se habían entrecerrado un poco y su boca abierto ante un silencioso jadeo, dejándome acariciarlo a gusto, inclinándome deje un beso en sus labios.

- Hola - susurre para mirar sus ojos.

Sentí como su boca formaba una sonrisa contra mis labios.

- Hola mis corazones.

Casi solté una risa tonta por ese apodo, Aldran podría ser el macho de nuestra relación con todo su varonil cuerpo, hacerme el amor de mil maneras que aceptaré por completo, ser un temerario capitán, como un admirado general entre los jóvenes, pero sobre todo ello...el es mi amoroso y apasionado Aldran.

No hay día que no me muestre lo enamorado que esta de mi.

Y yo nunca negaré lo loquito que me tiene.

- Estaba pensando - murmure sobre su boca deje una de mis manos caer a un lado de su cabeza aguantando mi peso mientras con la otra trazaba un camino comenzando desde sus labios - Te extrañe mucho ¿sabes?

- Yo también - susurra para sisear cuando aprieto su pezón de manera gentil, me contoneo un pco sobre el presionando mi polla contra su marcado abdomen para luego alejarme un poco.

- Y entonces llego aquí y te veo así ¿sabes lo injusto que estas siendo? - lo recrimine falsamente trazando con mi dedo su deliciosamente marcado abdomen.

Podía babear sobre eso sin problema alguno.

- ¿Lo soy? - pregunta aunque se que no esta atento a mis palabras, mucho menos cuando estirando el borde del pantalon que lleva puesto lo bajo un poco liberando su necesitado miembro.

Jadeo mientras este golpea contra mi miembro, para descender sobre el acariciando nuestros miembros juntos, el deslizamiento es delicioso, entonces obtengo su boca sobre la mía.

Su boca me devora, tomando cada pequeño suspiro de mi boca con su lengua, lamiendo mis labios, y yo no lo dejo hacer todo eso solo, pues tanto como el quiere tener de mi siento la misma necesidad por el.

Sigo frotando nuestros miembros juntos cuando nos gira colocándose encima mio, su boca deja la mía, por lo cual suelto un gruñido molesto ante ello para jadear cuando su boca ahora rodea uno de mis pezones, agradezco infinitamente a las humanas por enseñarnos tantos puntos erógenos que son imposibles ahora de pasar por alto.

Mi cuerpo tiembla ante cada beso suyo, mientras tiro de su cabello, tratando de tener de nuevo su boca contra la mía, pero fallo totalmente cuando sentándose bien levanta mis piernas a sus hombros donde besa y mordisque el interior de mis muslos, estoy gritando para que pare o me correré cuando agarrando su miembro lo desliza poco a poco en mi interior.

Y yo solo puedo gemir ante la plenitud.

Antes no podía entender del todo cual era dicho placer que los hombres obtenían al ser follados por otro hombre, pero solo se necesita un Aldran mas una polla muy grande para ser un manojo de gruñidos y gemidos.

Y es tanto nuestro ruido que tardo varios segundo en entender lo que sucede a nuestro alrededor.

- Aldran.

El sigue gruñendo y embistiendo, y aunque aprecio la motivacion, debo detenerlo.

- ¡Aldran!

Abruptamente se detiene para mirarme confundido entre jadeos, luego parpadea consecutivamente ante las luces rojas como la alarma que resuena a nuestro alrededor. En segundos estamos fuera de la cama vistiéndonos apresuradamente para correr hacia un qioz.

- ¿Qué esta sucediendo? - me pregunta mientras corremos pero no puedo contestarle con nada porque esta vez no tengo idea de que sucede, pero sabia algo.

Vassar tiene tres sistemas de alarmas, estos varían de colores por su grado de importancia: el blanco significaba que había algún ataque por parte de quienes hacen parte de la vida salvaje de nuestro planeta, la luz azul significa que las personas deben mantenerse en sus casas ya que hay un asunto de importancia desarrollándose, y la luz roja...

La que esta actualmente cubriéndonos.

Significa....que debemos evacuar el planeta.

Pero quería saber ¿Por qué debíamos hacerlo?

Agarrando mi qioz hice una llamada directa a quien es el jefe de seguridad del rey, además de que es quien se encarga de la seguridad del planeta....me contesto de inmediato con las mismas lucen que nos cubrían a nosotros cubriéndolo.

- ¿General Deul, que esta sucediendo? - pregunté con Aldran mirando sobre mi hombro.

- ¡Estamos evacuando de emergencia sanador!

- Puedo entender eso, pero ¿porque? - cada vez estaba mas nervioso, no siempre veíamos a alguien como el general Deul mirándonos con verdadero horror.

- Los Va'Agdas, nos han sentenciado a la muerte, allanaron el centro medico llevándose todas las muestras de la cura contra el hia...sus naves en este momento se encuentran acercándose a nuestra orbita con intensiones de aniquilar Vassar, le aconsejo sanador que junto a su imeth vayan a la nave mas cercana y se alejen del planeta, nosotros seguimos evacuando la ciudad Vassar.

Mi qioz se apagó cuando colgó mi llamada, mis manos temblaban mientras repasaba sus palabras en mi cabeza, los Va'Agdas nos mintieron, nos usaron, nos robaron y ahora nos quieren aniquilar.

¡Basuras!

Sabía que cosas terribles pasarían, pero no era así, así no era como las cosas debían pasar, no cuando se suponía que nos quedaba tanto tiempo, tantos momentos, tantos hijos, tanto amor por seguir dando ¿porque?

- ¡Kahol! - sus manos sacuden mi rostro para mirarme preocupado - Se que estas en shock por lo dicho, pero no podemos permitirnos perder tiempo, debemos irnos.

- Yo...no...no se...

- Si sabes mis corazones - dejó caer su frente contra la mía - Estoy junto a ti, no te dejaré por nada del mundo, pero necesito que me sigas y escuches, nos sacaré a salvo de este maldito planeta, lo prometo.

Con esa promesa dicha corrimos hacia nuestro cuarto recogiendo solo lo necesario, como cosas que al parecer el tenia empacado aun ¿luego? Todo fue muy rápido que para cuando llegamos donde las naves que nos sacarían del planeta deberían estar y vimos que no había alguna cerca, supimos que todo había terminado, las siguientes naves estaban demasiado lejos para poder hacer algo, el tiempo....solo se nos había acabado.

Girando me abrace a su cuerpo con toda mi fuerza, llorando contra su pecho murmurando mas de una vez que lo amo y que será siempre mi único amor.

¿Después?

Oscuridad.

Infinita.

Silenciosa oscuridad.

FIN


A N T E R I O R

I N I C I O



4 comentarios:

  1. Quiesiera saber cuando vas a publicar el epilogo de So Tied?

    ResponderEliminar
  2. OMG! Por qué ers tan cruel, quiero a un final bonito :c

    ResponderEliminar
  3. Noooo es muy injusto! era su momento. Espero con ansias en proximo libro

    ResponderEliminar